El Día Internacional de la Mujer (8M) surge de la lucha por la igualdad de género y los derechos de las mujeres. El feminismo ha ido incorporando enfoques como el transfeminismo y el feminismo interseccional para abordar desigualdades más amplias. Sin embargo, existen críticas sobre la politización del movimiento y la tendencia a presentar problemas globales como exclusivos de las mujeres. Se destaca que, además de cambios estructurales, el empoderamiento y la participación individual son clave para lograr la igualdad. La actitud personal de cada mujer es clave para que la igualdad sea una realidad. El empoderamiento, la autonomía y la participación activa en la sociedad fortalecen el avance hacia una equidad genuina, sin depender únicamente de cambios externos.
Las dificultades para alcanzar los objetivos reales del 8M son diversas:
1. Uso político: Se desvía la
lucha hacia intereses partidistas.
2.
Polarización: Divisiones
dentro y fuera del feminismo dificultan el consenso.
3.
Falta de acciones concretas:
Predominan los discursos sobre las soluciones reales.
4.
Sesgo en el debate:
Problemas globales se presentan como exclusivos de las mujeres.
5.
Resistencia cultural y social:
Persisten barreras que frenan la igualdad.
Para avanzar, se requieren propuestas basadas en
hechos y diálogo, sin caer en posturas extremas.
Las acciones radicales tienen efectos negativos. Algunas prácticas extremas han sido contraproducentes para el feminismo, como:
·
Protestas con los pechos al aire en iglesias.
Grupos que generan ese tipo de actos, generan más rechazo que apoyo.
·
Vandalismo en monumentos y edificios religiosos.
·
Imposición forzada del lenguaje inclusivo. el
idioma tiene mecanismos para la inclusión sin cambios forzados. Es esencial que
evolucione sin imposiciones.
Rechazo a la feminidad tradicional. Atacar a
mujeres que eligen ser amas de casa contradice el principio de libre elección.
·
Generalizar que todos los hombres son opresores.
·
Contratación basada en género y no en méritos.
El feminismo es un
movimiento diverso cuyo verdadero objetivo es la igualdad de derechos y
oportunidades entre hombres y mujeres.
ANTONIA
BAENA JIMÉNEZ: UNA FEMINISTA EJEMPLAR
Una figura admirable en nuestra familia fue mi tía abuela, Antonia
Baena Jiménez, a quien recuerdo con profundo cariño. Aunque nunca se
llamó a sí misma "feminista", su vida fue un verdadero ejemplo de
independencia, fortaleza y solidaridad en tiempos difíciles.
Su hermano, Francisco Baena Jiménez, funcionario leal a la
República y secretario del Ayuntamiento de Torrelaguna (Madrid), fue asesinado
por las milicias republicanas debido a su fe y a su negativa a participar en el
asesinato del clero local. Al conocer los planes de las milicias de la CNT/FAI,
advirtió a los religiosos en peligro y facilitó la huida de algunos, como D.
Juan Ricote, quien logró salvar su vida y ocupó cargos importantes
dentro de la Iglesia tras la guerra. Sin embargo, otros no corrieron la misma
suerte, como el párroco y el coadjutor de Santa María Magdalena,
D. Alejandro y D. Fermín, quienes decidieron quedarse porque solo ayudaban a
los humildes y creían que no tenían nada que temer; fueron asesinados y cuyas
cruentas muertes están documentadas junto a las de mi abuelo. Francisco también
protegió a dos congregaciones de monjas, las Carmelitas, que se dedicaban a la
enseñanza de niños pobres y a las Concepcionistas Franciscanas de
Clausura, cuyo convento intentaron saquear, sus integrantes estuvieron
en riesgo de vejación y mi abuelo las defendió. A ambas comunidades les
proporcionó ropa seglar para que pudieran huir, pero su valentía le costó la
vida: fue ejecutado en la hornacina de la capilla de las monjas de clausura,
recibiendo múltiples disparos.
En la dura posguerra, mi padre, Antonio Luis Baena Tocón, a
quien quisieron asesinar junto a mi abuelo y fue muy perseguido posteriormente,
tuvo que desempeñar al mismo tiempo varios trabajos para contribuir a la casa
de acogida que mi tía Antonia mantenía. Todo lo que ganaba se lo entregaba a
ella, quien lo destinaba a cubrir las necesidades de quienes dependían de su
ayuda. Nada de lo que tuvo le fue regalado por Franco, ni por su régimen, pese
a lo que afirma su "cronista difamatorio", Juan Antonio
Ríos Carratalá, catedrático de Literatura Española en la Universidad
de Alicante, y quienes han difundido sus falsedades con fines ideológicos. No
recibió privilegios, ni puestos de trabajo, ni ascensos meteóricos, ni sueldos
jugosos; ni siquiera le concedieron la pensión de viudedad que solicitó para su
madre, a la que tenía derecho, con la absurda justificación de que su esposo
"no se sublevó".
En aquella casa de Antonia, chicos y chicas, niños y niñas compartían
responsabilidades, aprendían disciplina y se preparaban para la vida. La
tía Antonia tenía que ser estricta si quería sacar adelante a tanta gente. Se
fomentaba el estudio, el trabajo y la ayuda mutua, todo en un ambiente de
cariño, que tampoco faltaba.
Antonia Baena Jiménez murió hace muchos años, pero su legado de fortaleza,
generosidad y valentía sigue vivo en nuestra memoria.
Besos al cielo. No te olvidamos.
www.antonioluisbaenatocon.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario