lunes, 29 de septiembre de 2025

BRUSELAS APLAUDE EL MITO, ESPAÑA CALLA LA VERDAD

 Título original en el blog de Ríos Carratalá: Miguel Hernández en el Parlamento Europeo

Fecha: 24 de septiembre de 2025

Enlace original: https://varietesyrepublica.blogspot.com/2025/09/miguel-hernandez-en-el-parlamento.html


Estrategia discursiva de Ríos C.

  1. Autopromoción constante: “tuve el honor…”, “tuve la oportunidad…”, “sinteticé al máximo mi intervención, pero pueden ver la grabación completa…”, “la noticia ha sido recogida por…”. Se convierte en el protagonista más que el propio poeta.

  2. El aura del mito: Miguel Hernández convertido en símbolo de “memoria, dignidad y libertad” en el Parlamento Europeo, como si hiciera falta insistir en mantener viva una memoria ya sobreexplotada.

  3. Red de contactos: menciona con detalle a la nuera del poeta y a otros organizadores, como garantía de legitimidad y cercanía al círculo hernandiano.

  4. Silencio selectivo: no hay espacio para las víctimas del terror republicano, ni para los represaliados fuera del marco de su ideología.

Puntos discutibles

  • El sesgo ideológico: se presenta como defensor de “la memoria democrática”, pero en realidad practica una memoria parcial, sectaria y manipulada.

  • La manipulación documental: visto lo visto, sus trabajos sobre consejos de guerra no se atienen al sumario, sino que los reinterpretan con ficción ideológica. Igual que tergiversó la vida de mi padre, manipula expedientes históricos para construir su relato.

  • El doble rasero: Miguel Hernández, voluntario en un ejército, no es llamado “militar”, mientras mi padre, obligado a hacer el servicio tras perder a su padre asesinado, es calificado como “militar profesional” y “represor”.

  • El olvido interesado: mientras ensalza a MH en Bruselas, ignora la otra memoria: las matanzas de 1936, las “checas”, la persecución religiosa y los mártires, hechos documentados en la historiografía seria (Julius Ruiz, Preston, De la Cueva, Montero Moreno, Beevor, etc.).

R.C. Artista. Fuente: Blog Varietés y República
R:C. Artista. Fuente: Blog Varietés y República

Réplica narrativa: Bruselas aplaude el mito, España calla la verdad

En el Parlamento Europeo se celebró un nuevo homenaje a Miguel Hernández. Entre discursos y focos, el poeta volvió a ser convertido en tótem político mientras se silencia la otra memoria: la de las víctimas que no encajan en el relato oficial.


El pasado 23 de septiembre, Juan Antonio Ríos Carratalá participó en el acto “Miguel Hernández. Memoria, dignidad y libertad” en Bruselas. Como es habitual, la crónica de su blog mezcla autopromoción (“tuve el honor…”, “sinteticé al máximo…”, “pueden ver la grabación completa…”) con la proyección de un Miguel Hernández elevado a mito. No faltó el desfile de enlaces de prensa afín y la insistencia en mostrarse como el gran portavoz de esa memoria.

Que se cite a la nuera del poeta como si fuera una guardiana indispensable de su recuerdo resulta casi caricaturesco: ¿de verdad hace falta mantener viva la memoria de un poeta cuya figura ya está hiperconmemorada, institucionalizada y explotada hasta el exceso?

Se nos presenta a Miguel Hernández como “poeta necesario”, como símbolo de “dignidad y libertad” exportado al corazón de Europa. Pero mientras allí se encienden los focos, aquí se apagan las sombras: la otra memoria, la de las víctimas de las sacas de 1936, de las checas, de la persecución religiosa y civil, queda silenciada. Esa memoria no interesa a Bruselas ni a quienes, como Ríos, manipulan la historia desde la comodidad de la ideología. No entra en el relato “democrático” que se exporta a Europa. Pero está en los archivos, en la Causa General, en los estudios serios (Ruiz, Preston, De la Cueva, Beevor…).

Lo más grave, sin embargo, no está en Bruselas sino en los métodos: sumarios manipulados y reinterpretados con ficciones, documentos históricos tergiversados y biografías reescritas con falsedades. Mi padre ha sido víctima directa de esa manipulación: presentado como “militar profesional y represor” cuando lo único que hizo fue cumplir, de forma obligada, el servicio militar tras la Guerra Civil, después de huir para salvar su vida tras el asesinato de su propio padre. Mientras tanto, a Miguel Hernández, que voluntariamente se alistó pese a estar exento de cupo, nunca se le nombra simplemente como lo que fue también: un soldado con uniforme y fusil…

El contraste resulta insoportable: a unos se les dulcifica y engrandece, a otros se les difama y estigmatiza. La historia se dobla al gusto del narrador. Mientras Europa aplaude el mito, en España seguimos cargando con las secuelas de esa falsificación: heridas que no cicatrizan, víctimas invisibles y una memoria fabricada sobre el silencio interesado. Si Bruselas sirve para exhibir un relato, esta respuesta quiere recordar lo esencial: la memoria no puede sostenerse en la mentira ni en el olvido impuesto.

La memoria democrática no puede ser propaganda. No puede basarse en la manipulación de documentos, en la mentira elevada a dogma ni en el silencio interesado. Miguel Hernández merece ser leído y respetado. Las víctimas de la violencia republicana merecen ser recordadas. Y quienes falsean el pasado deberían ser señalados por lo que son: fabricantes de mitos al servicio de una ideología.


📌 Enlaces de apoyo y documentación

  • Recepción crítica de Miguel Hernández — Fundación Cultural MH: reconoce la “aureola simbólica y mítica” añadida al poeta.
    🔗 miguelhernandezvirtual.es

  • Catálogo del Centenario (2010) — Fundación MH: prueba de la hiperconmemoración (estación intermodal, aeronave de Iberia, etc.).
    🔗 PDF completo

  • “Propaganda poética en Miguel Hernández (1936-1939)” — BVMC: estudio sobre su labor propagandística durante la guerra.
    🔗 cervantesvirtual.com

  • “El comisario Hernández” — Nueva Revista: recuerda su papel activo en el Quinto Regimiento.
    🔗 nuevarevista.net

  • Julius Ruiz, The ‘Red Terror’ and the Spanish Civil War — Cambridge University Press: análisis de la violencia en Madrid en 1936, incluidas las matanzas de Paracuellos.
    🔗 Cambridge University Press

  • Julio de la Cueva (1998), “On Atrocities against the Clergy” — estudio académico sobre la persecución religiosa.
    🔗 JSTOR

  • Paul Preston, The Spanish Holocaust (2011) — síntesis sobre la violencia política en ambos bandos.
    🔗 reseña en Glasgow University

MIGUEL HERNÁNDEZ Y EL “POETA NECESARIO”: ENTRE LA OBRA Y EL MITO

 

El nombre de Miguel Hernández ha sido convertido en bandera cultural y política. Su poesía, de indiscutible fuerza, se ve hoy envuelta en un aura de endiosamiento institucional y académico: congresos, portales digitales, fundaciones, aeropuertos, catálogos y exposiciones. No es un fenómeno casual, sino un engranaje en el que participan escritores, catedráticos, políticos, periodistas y editores que hacen de él un símbolo rentable e intocable.
Dentro de ese engranaje, Juan Antonio Ríos Carratalá aporta su parte en varios textos de su blog Varietés y República. Analizo aquí cuatro entradas publicadas en 2023, que ilustran muy bien esta tendencia.


1. Miguel Hernández, el poeta necesario (28 de marzo de 2023)

Enlace original: https://varietesyrepublica.blogspot.com/2023/03/miguel-hernandez-el-poeta-necesario.html

Ríos anuncia la exposición organizada por el Ayuntamiento de Valencia bajo ese título, “el poeta necesario”, y subraya su papel en el catálogo con un estudio sobre los consejos de guerra de Hernández. También presume de las gestiones para que los materiales expuestos se incorporen a la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.

Mi comentario: más allá de la exposición, asoma la habitual auto-promoción (“mi colega, mi participación, mis gestiones”). Pero lo más preocupante es el tono con el que se etiqueta a Miguel Hernández como “el poeta necesario”. ¿Necesario para quién? ¿Acaso otros poetas, sin la misma ideología, no han sido igualmente valiosos o se le ha negado incluso la mención?

Y hay un punto más grave: Ríos presume de haber elaborado un estudio sobre los consejos de guerra. Pero no se ha limitado a los sumarios, sino que los ha reinterpretado con ficciones, llegando incluso a reescribir la vida de personas reales con falsedades. Es decir: manipulación ideológica y uso sesgado de documentos históricos. La pregunta, entonces, es inevitable: ¿estamos ante investigación rigurosa o ante un relato adaptado a conveniencia?


2. Un portal dedicado a Miguel Hernández en la BVMC (8 de marzo de 2023)

Enlace original: https://varietesyrepublica.blogspot.com/2023/03/un-portal-dedicado-a-miguel-hernandez-en.html (el autor lo ha eliminado o cambiado de ubicación)

Se anuncia la inauguración del portal de la BVMC dedicado a Miguel Hernández, con presencia del ministro de Cultura, Miquel Iceta. Ríos presume de colaborar con el apartado sobre el encarcelamiento y procesamiento del poeta.

La insistencia en resaltar la presencia de ministros, políticos, personajes con puestos de trabajo relevantes y colegas revela un sesgo ideológico evidente. Nada que objetar a que exista un portal más, pero la cuestión es qué Miguel Hernández nos presentan. Tanto portal, tanto experto, tanta gente viviendo del mito… ¿no se diluye la esencia del auténtico poeta?

Basta ver las redes sociales: abundan las trivialidades y bobadas intrascendentes en torno a Hernández. Eso sí, todo bajo un clima de pensamiento único: quien opine distinto es rápidamente tachado de “fascista”.



3.
Exposición Miguel Hernández, el poeta necesario (21 de mayo de 2023)

Enlace original: https://varietesyrepublica.blogspot.com/2023/05/exposicion-miguel-hernandez-el-poeta.html

Nueva entrada sobre la exposición con el mismo título de “poeta necesario”. Ríos repite esquema: remarcar su papel en la difusión y reforzar la idea de Hernández como símbolo imprescindible.

El endiosamiento crece. El poeta se convierte en un objeto de propaganda institucional, un tótem al que se recurre una y otra vez. Y mientras tanto, su figura real queda relegada.


4. Exposición Miguel Hernández, poeta necesario (catálogo) (21 de mayo de 2023)

Enlace original: https://varietesyrepublica.blogspot.com/2023/05/exposicion-miguel-hernandez-poeta.html

Ríos presenta el catálogo de la exposición, reafirmando su participación. La insistencia en esa etiqueta de “necesario” evidencia la construcción de un nuevo Miguel Hernández, adaptado a las necesidades políticas y académicas actuales.

Materiales inéditos, catálogos, gestiones… siempre en clave de protagonismo personal. Pero la pregunta de fondo sigue siendo la misma: ¿estamos asistiendo a la construcción de un mito que sobrepasa al poeta real?


El uniforme y la memoria: doble rasero

Otro punto llamativo en la construcción del mito hernandiano es el silencio sobre el uniforme militar. Miguel Hernández, exento de cupo, quiso alistarse. Además de escribir y leer poemas en el frente, vistió uniforme y empuñó fusil... Sin embargo, rara vez se le menciona como militar: se prefiere la versión del "poeta comprometido", obviando el hecho de que participó activamente en un ejército en guerra.

Ese contraste se vuelve hiriente cuando se compara con lo que se ha hecho con la figura de mi padre. Él, que había huido para salvar su vida tras el asesinato de su propio padre y que no tuvo más remedio que hacer el servicio militar tras la Guerra Civil, es presentado por Ríos Carratalá como si hubiese sido "militar de profesión" y "represor". Una caricatura injusta construida con tergiversaciones documentales, que manipula su biografía y la coloca en un engranaje ideológico.

Aquí se ve con claridad la manipulación: al primero se le dulcifica y engrandece; al segundo se le difama y estigmatiza. La verdad histórica no puede sostener semejante doble rasero.

Imagen: Miguel Hernández arengando a las tropas en el frente sur en marzo de 1937. Fuente: CVC


Reflexión final

No se trata de negar el valor literario de Miguel Hernández ni de restar importancia a su tragedia personal. Se trata de denunciar un proceso de hiperconmemoración y endiosamiento, en el que el poeta es transformado en un símbolo político-cultural del que muchos obtienen beneficio.

Y aquí aparece la otra cara: para alimentar ese mito, se ha recurrido a la manipulación ideológica. Ríos Carratalá, en lugar de atenerse con rigor a los sumarios de época, se ha permitido interpretarlos con licencias ficticias, reescribiendo vidas ajenas —como la de mi propio padre— mediante falsedades y tergiversaciones. Documentos históricos manipulados a conveniencia no son historia: son propaganda.

Como se ha señalado en estudios serios, “toda mitificación es una malversación de la verdad”. El verdadero homenaje a Hernández debería ser la lectura crítica de su obra, no la repetición ritual de etiquetas como “el poeta necesario” ni la reescritura interesada de la vida de otros.

DOSSIER CRÍTICO: MIGUEL HERNÁNDEZ, ENTRE LA OBRA Y EL MITO

 

Miguel Hernández fue un poeta excepcional, marcado por la pobreza, la guerra y la cárcel. Su obra conserva una fuerza lírica y testimonial incuestionable. Pero el uso público de su figura ha ido mucho más allá de su poesía: convertido en icono político, símbolo de marca cultural e incluso recurso económico, Hernández se ha transformado en un mito con vida propia.
No se trata de menospreciar su valor literario ni su tragedia personal, sino de señalar cómo el endiosamiento institucional y académico corre el riesgo de distorsionar al hombre y a su obra.



1. La mitificación reconocida

La propia Fundación Miguel Hernández admite que el poeta está rodeado de una “aureola simbólica y mítica” añadida por panegíricos y homenajes sucesivos, que a menudo van más allá de la obra.
🔗 Fundación MH — Vitrina 7: Recepción crítica

El crítico lo expresa con claridad: “toda mitificación es una malversación de la verdad”. Cuando se sacraliza, se corre el riesgo de fabricar un mito ajeno al escritor real.


2. Hiperconmemoración institucional

El Centenario de 2010 se convirtió en un despliegue de actos oficiales, congresos, rutas, murales y homenajes sin descanso. El catálogo recoge incluso la rotulación de la estación intermodal de Orihuela y de un avión de Iberia.
🔗 Catálogo completo del Centenario (PDF)

Más que homenaje, parece un proceso de hiperconmemoración en el que el poeta se convierte en una marca cultural rentable.


3. El caso del aeropuerto: mito como “branding”

En 2016 el Gobierno aprobó que el Aeropuerto de Alicante-Elche pasara a llamarse “Miguel Hernández”.
🔗 Europa Press — decisión oficial

La medida fue celebrada como acto de justicia histórica, pero también criticada en Elche por la falta de consulta ciudadana.
🔗 Cadena SER — críticas locales

En el acto inaugural, las autoridades hablaron del poeta como “universal” y “símbolo de libertad”, en un tono claramente hagiográfico.


4. Propaganda y militancia: bases del mito

Durante la guerra, Miguel Hernández se volcó en la propaganda poética y en el discurso político militante, lo que explica su posterior instrumentalización como icono de la izquierda.
🔗 Biblioteca Virtual Cervantes — “Propaganda poética en Miguel Hernández (1936-1939)”

También se ha recordado su papel en el Quinto Regimiento, bajo el apodo de “el comisario Hernández”, algo que contrasta con la imagen beatificada de víctima pasiva.
🔗 Nueva Revista — “El comisario Hernández”


5. Biografía, tópicos y negocio

Muchos ensayos académicos se han dedicado a desmontar tópicos: el “pastor-poeta” como cliché, la versión monolítica del hombre bueno sin fisuras, etc.
🔗 Andrés Salom — Miguel Hernández: ¿pastor poeta… o poeta pastor? (Cervantes Virtual)

El propio José Luis Ferris, biógrafo principal, insistió en que su objetivo era “desmontar falsos mitos y humanizar” a Hernández:
🔗 Entrevista a Ferris — La Vanguardia

Sin embargo, Ferris también se ha alineado sin fisuras con Ríos Carratalá, defendiendo un corporativismo académico que ha pesado más que el afán de verdad biográfica. Este es un tema que merece una entrada propia: cómo incluso quienes dicen desmontar mitos, participan del engranaje institucional que los refuerza.



Conclusión

Miguel Hernández merece ser leído, no convertido en tótem. Reconocer su talento y su tragedia no debería significar elevarlo a santo laico ni explotarlo como marca cultural. Hoy, su nombre está en aeropuertos, fundaciones, centros educativos, murales, rutas turísticas y congresos académicos. Detrás de ese despliegue hay un entramado de políticos, editores, periodistas, catedráticos y gestores culturales que viven del mito.

La pregunta no es si Miguel Hernández merece memoria —la merece—, sino si este culto desmedido no termina por ocultar al hombre de carne y hueso, con sus contradicciones y su contexto, al tiempo que convierte su figura en arma ideológica.


📌 Referencias adicionales para ampliar

domingo, 28 de septiembre de 2025

MÁS LIBROS, MENOS VERDAD: LA MEMORIA A MEDIAS DE RÍOS CARRATALÁ

 

La aritmética de la memoria: sumar títulos, restar verdad”


Entrada original de Ríos Carratalá: Homenaje a los represaliados del franquismo

Fecha: martes, 28 de marzo de 2023

Enlace: varietesyrepublica.blogspot.com/2023/03/homenaje-los-represaliados-del.html


Fragmento destacado:

El equipo de memorialistas incluye varios profesores jubilados, pero que mantienen una gran actividad para recuperar y fortalecer la memoria de quienes fueron represaliados de la Guerra Civil y el franquismo. El acto ha servido para conjurarnos y, si el año pasado fueron tres los libros presentados y cinco los de hoy, hemos asumido el reto de publicar siete durante el próximo año para celebrar un acto similar el 28 de marzo de 2024.”

Entrada relacionada de 2022:

Título original de R.C.: El día de los represaliados en la Universidad de Alicante
Fecha: domingo, 27 de marzo de 2022
Enlace: varietesyrepublica.blogspot.com/2022/03/el-dia-de-los-represaliados-en-la.html

Mi respuesta a ese enlace fue:
👉 Represaliados selectivos: la memoria a medias que se celebra en la Universidad de Alicante

En esa réplica dejé claro:

  • Que mi abuelo Francisco Baena Jiménez fue asesinado en 1936 tras el saqueo y persecución de su familia.

  • Que mi padre Antonio Luis Baena Tocón, con solo 21 años, estuvo a punto de seguir la misma suerte que su padre y fue también víctima de esa violencia.

  • Que la memoria que se celebra en la UA es selectiva, pues ignora a unas víctimas mientras se exalta a otras.

  • Que Ríos incluso se permitió “cambiar de bando” a mi abuelo, ignorando documentos y reconocimientos oficiales.


Comentario crítico conjunto (2022–2023)

  • RC repite año tras año el mismo esquema: actos, homenajes, presentaciones de libros… ahora hasta compite en número: tres, cinco, siete. Como si la verdad histórica se midiera en ejemplares presentados.

  • Pero esa técnica de acumulación es la misma que usa contra : repetir falsedades en diferentes foros y medios para que la mentira gane fuerza.

  • La memoria que defiende es parcial: recuerda lo que conviene a su relato ideológico, silencia lo que no encaja.

  • En respuesta a su enlace de 2022 ya lo señalé con claridad: mi abuelo y mi padre fueron represaliados, pero en la memoria de Ríos no hay sitio para ellos y menos por haber puesto yo en entredicho sus “rigurosísimas investigaciones”.

  • Reincidir en 2023 demuestra que no es descuido, sino estrategia: propaganda guerracivilista bajo la etiqueta de “memoria democrática”.


Réplica narrativa crítica: “Más libros, menos verdad: la memoria a medias de Ríos Carratalá”

La aritmética de la memoria: sumar títulos, restar verdad”

El 28 de marzo de 2023, Ríos Carratalá volvió a sacar del cajón su liturgia memorialista con un Homenaje a los represaliados del franquismo (1).

Nada nuevo bajo el sol: profesores jubilados que “mantienen gran actividad”, promesas de nuevos libros y la solemne aritmética de la memoria: si en 2022 fueron tres libros, en 2023 cinco, y para 2024 ya anuncian siete. La verdad convertida en liga de producción editorial: a más títulos, más memoria; a más presentaciones, más legitimidad.

Pero esta película ya la habíamos visto. El 27 de marzo de 2022, apenas un año antes, el mismo blog publicaba otra entrada: El día de los represaliados en la Universidad de Alicante (2).

Entonces respondí con una réplica clara y documentada: Represaliados selectivos: la memoria a medias que se celebra en la Universidad de Alicante (3).

En esa contestación señalé lo obvio: que mi abuelo, Francisco Baena Jiménez, fiel funcionario de la República, fue asesinado en 1936 (republicano asesinado por republicanos por asuntos de fe), tras el saqueo de su casa y la persecución de su familia; que mi padre, Antonio Luis Baena Tocón, estuvo a punto de correr la misma suerte con solo 21 años; y que ambos fueron víctimas de la barbarie. Víctimas que, sin embargo, jamás entran en el “catálogo” de la memoria que Ríos y compañía fabrican.

La pregunta sigue siendo la misma: ¿de qué memoria hablamos cuando solo se reconocen unos represaliados y se silencian otros? Eso no es memoria: es amnesia selectiva.

La ironía es que, mientras repiten homenajes como si fueran fotocopias, Ríos ha encontrado otra forma de repetición: multiplicar las falsedades sobre mi padre en libros, entrevistas y entradas de blog. Es la misma técnica: repetir, difundir, multiplicar… hasta que parezca verdad. Una forma de censura encubierta: ahogar lo cierto a base de ruido.

Y lo más grotesco: en su “rigor característico”, llegó incluso a cambiar de bando a mi abuelo, como si la documentación y el reconocimiento oficial del propio Estado fueran simples accesorios prescindibles. Lo grave no es solo la tergiversación, sino el silencio académico cómplice que la avala.

En resumen: tanto en 2022 como en 2023, lo que se repite no es la memoria, sino la manipulación. Una ceremonia anual de propaganda ideológica, disfrazada de homenaje, donde el número de libros sustituye al contraste de fuentes y la verdad se sacrifica en el altar de la consigna.

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(1) 👉 Enlace: https://varietesyrepublica.blogspot.com/2023/03/homenaje-los-represaliados-del.html

(2) 👉 Enlace: https://varietesyrepublica.blogspot.com/2022/03/el-dia-de-los-represaliados-en-la.html

(3) 👉 Mi respuesta al enlace de 2022: https://www.antonioluisbaenatocon.com/blog/2702078_represaliados-selectivos-la-memoria-a-medias-que-se-celebra-en-la-universidad-de-alicante

viernes, 26 de septiembre de 2025

NUEVOS CAMINOS DE INVESTIGACIÓN… HACIA LAS MISMAS FALSEDADES

 En 2023, el catedrático Juan Antonio Ríos Carratalá dedicó varias entradas de su blog Varietés y República a reforzar su proyecto Las armas contra las letras. En apariencia, se trataba de un ejercicio académico abierto: compartir borradores, agradecer la ayuda de familiares de represaliados, anunciar la consulta de sumarios y mostrarse como un investigador humilde.
Pero basta repasar tres de esas entradas para descubrir el contraste entre lo que predica y lo que practica.


1. Título original de Juan Antonio Ríos Carratalá: Margarita Henríquez, sobrina del periodista Virgilio de la Pascua

Fecha: 4 de enero de 2023
Enlace: https://varietesyrepublica.blogspot.com/2023/01/margarita-henriquez-sobrina-del.html

  • RC agradece el testimonio de la sobrina de Virgilio de la Pascua y dice que gracias a ella corrigió errores y abrió “nuevos caminos de investigación”.

  • Crítica: Mientras con otros corrige, con mi padre lleva una década repitiendo y reeditando la falsedad de la pág. 192 de Nos vemos en Chicote (2015–2025), aunque los sumarios demuestran que nunca firmó lo que él le atribuye.


2. Título original de Juan Antonio Ríos Carratalá: Los protagonistas de Las armas contra las letras (II)

Fecha: 10 de febrero de 2023
Enlace: https://varietesyrepublica.blogspot.com/2023/02/los-protagonistas-de-las-armas-contra.html

  • RC anuncia el segundo tomo de Las armas contra las letras y que ha solicitado sumarios de periodistas y escritores, entre ellos Joaquín Dicenta Alonso.

  • Crítica: Para Dicenta sí pide sumarios; con mi padre ignoró los mismos documentos cuando no le convenían. En su caso, prefirió el fraude. El bulo de Nos vemos en Chicote sigue sin corregirse, diez años después.


3. Título original de Juan Antonio Ríos Carratalá: Los consejos de guerra de periodistas y escritores (1939-1945)

Fecha: 20 de mayo de 2023
Enlace: https://varietesyrepublica.blogspot.com/2023/05/los-consejos-de-guerra-de-periodistas-y.html

  • Nueva entrada de autopromoción: RC insiste en su proyecto sobre consejos de guerra.

  • Crítica: La misma contradicción: rescata la memoria de unos, mientras manipula la de otros. Para mi familia, falsedad reiterada. Con mi padre no hubo investigación, sino fraude.


Réplica narrativa crítica: “Nuevos caminos de investigaciónHacia las mismas falsedades”

Ríos Carratalá abre 2023 con tres entradas de autopromoción académica. La primera, dedicada a Virgilio de la Pascua; la segunda, presentada como una enumeración de “protagonistas”, pero en la que asoma Joaquín Dicenta Alonso; y la tercera, más de lo mismo: una oda a sí mismo y a su proyecto Las armas contra las letras.

A primera vista, todo parece un ejemplo de investigador humilde: comparte borradores en el repositorio de su universidad, pide ayuda “para abrir nuevos caminos de investigación” y agradece a las familias que le envían documentos. El académico cordial, sensible y abierto. Hasta aquí, la foto oficial.

Pero detrás de esa fachada hay otra realidad:

  • Mientras reconoce corregir errores con el testimonio de una sobrina nonagenaria, mantiene intacto un fraude historiográfico repetido desde 2015 hasta 2025.

  • Mientras solicita sumarios al Archivo General e Histórico de Defensa para hablar de Joaquín Dicenta, ignora deliberadamente los mismos sumarios cuando demuestran que mi padre nunca firmó ni instruyó lo que él le atribuye en Nos vemos en Chicote.

  • Mientras se vende como descubridor de la “memoria de escritores y periodistas”, manipula la memoria de los míos para adaptarla a su relato guerracivilista.

Es decir: para Virgilio de la Pascua, sensibilidad; para Joaquín Dicenta Alonso, consulta de sumarios; pero para Antonio Luis Baena Tocón, bulo reiterado. Y lo más sangrante: ha tenido diez años para corregirlo, pero nunca lo hizo. Ni en la primera edición de Nos vemos en Chicote (2019), ni en reediciones, ni en entrevistas, ni en las múltiples entradas de su blog. hasta 2025, la falsedad sigue ahí. Lo más grave: ha tenido tiempo de sobra para rectificar, pero nunca lo hizo y se niega a hacerlo.

De nuevo, la ironía se escribe sola:

  • Habla de “abrir caminos de investigación”… pero siempre llega al mismo destino: la página 192 de Nos vemos en Chicote.


    Virgilio de la Pascua Garrido ( Caja 1284/3-Sumario 6356 y Sumario 2717/Legajo5722 ). NO FIGURA el nombre y la firma de Antonio Luis Baena Tocón, ni en instrucción ni en consejo de guerra. ( Doc. 35 de la demanda civil contra el catedrático)

    Joaquín Dicenta Alonso ( Legajo 4595/Sumario 13149 ). NO FIGURA el nombre y la firma de Antonio Luis Baena Tocón, ni en instrucción ni en consejo de guerra. ( Doc. 35 de la demanda civil contra el catedrático ).

  • Se presenta como un notario de la memoria… pero su notaría no da fe, sino ficción.

  • Pide a otros que le corrijan… mientras ignora las correcciones que le ponen delante cuando no encajan en su engranaje ideológico.

Así, Virgilio y Joaquín aparecen como ejemplos de un método que parece riguroso… hasta que recordamos lo que hizo con mi padre. Entonces todo cae por su propio peso: no es método, es maquillaje. Un fraude con pretensiones académicas.

Conclusión
Las tres entradas forman un mismo patrón: retórica de investigador humilde
más práctica de falsario persistente. Virgilio y Joaquín son la excusa del momento, pero el método es idéntico: usar los consejos de guerra como escaparate académico, aunque para ello haya que sacrificar la verdad.

miércoles, 24 de septiembre de 2025

SENTENCIAS AJENAS, TRIUNFOS INVENTADOS (II)

 


  • Título original original de Juan Antonio Ríos Carratalá en su blog: : La Audiencia Nacional y el derecho al olvido

  • Fecha: sábado, 6 de agosto de 2022 (el mismo día que la anterior entrada).

  • Enlace principal: https://varietesyrepublica.blogspot.com/2022/08/la-audiencia-nacional-y-el-derecho-al.html

  • Referencia a mi padre: directa, lo sitúa como “secretario responsable” en el proceso de Miguel Hernández, insistiendo en la etiqueta aunque la propia sentencia reconocía que fue abogado, y sin que pidiera pena máxima ni participara en consejo de guerra.

  • Autorreferencia: vuelve a enlazar su futuro libro Sin olvido de forma indirecta, dándose centralidad en la polémica.

  • Añadido posterior (marzo 2024): actualiza la misma entrada para presumir de la desestimación del Tribunal Supremo y darle más eco mediático.


Estrategia discursiva de Ríos Carratalá

  1. Redundancia selectiva.
    Repite enlaces de medios (Nueva Tribuna, València Plaza, À Punt), pero esta vez se permite decir que otros serían “más de lo mismo”. Curiosamente, cuando él lo hace, es criterio; cuando otro repite, es mediocridad.

  2. Omite partes incómodas de la sentencia.
    Destaca que la resolución coincide con la AEPD y con juzgados previos, pero calla lo que el juez acreditó: que mi padre era abogado, que no pidió la pena máxima y que no intervino en ningún consejo de guerra. Silencio selectivo: solo ilumina lo que refuerza su relato.

  3. Confusión procesal interesada.
    Mete en el mismo saco resoluciones distintas: la AN, la AEPD, el juzgado de lo contencioso, el TSJCV y hasta la demanda civil en Cádiz. Con esa mezcla transmite la sensación de que todo el aparato judicial respalda su versión, cuando en realidad se trata de procedimientos diferentes y con fundamentos distintos.

  4. Autolegitimación académica.
    El comentario de que lo importante es “la consulta directa de la sentencia” refuerza su papel de catedrático que orienta a los lectores. Así se coloca como la voz experta que interpreta la jurisprudencia.

  5. Añadido oportunista (2024).
    Dos años después, reabre la entrada para presumir de la sentencia del Supremo y su repercusión mediática. Lo presenta como confirmación definitiva de su línea, sin recordar que el Supremo tampoco entra a dictar historia, sino a resolver sobre cuestiones de protección de datos.


Crítica de fondo

  1. Falsa atribución de responsabilidades.
    Insiste en mi padre como “secretario responsable” del proceso de Miguel Hernández, cuando la propia sentencia reconoce que no pidió la pena máxima ni intervino en consejo de guerra. Esto es tergiversación consciente: calla lo que debilita su versión.

  2. Explotación mediática reiterada.
    Igual que en la entrada anterior, convierte el fallo judicial en propaganda personal. No es una noticia, es un escaparate para seguir repitiendo la etiqueta de “alférez/secretario franquista” y asociarla a mi familia.

  3. Confusión deliberada de procedimientos.
    Al juntar sentencias de Alicante, de la AN, del TSJCV, del Supremo y hasta demandas de Cádiz, diluye la diferencia entre causas. Con ello crea la impresión de que todo se trata de una misma batalla que él va ganando paso a paso.

  4. El añadido de 2024 como triunfalismo tardío.
    No actualiza para matizar ni para reconocer complejidad, sino solo para remarcar su “victoria” y ampliar la resonancia mediática.


Réplica narrativa: No era “el alférez Baena Tocón”: sentencias ajenas, triunfos inventados (II)

El mismo día que publicó Una sentencia de la Audiencia Nacional, Ríos lanzó otra entrada: La Audiencia Nacional y el derecho al olvido. La estrategia es idéntica: convertir resoluciones judiciales ajenas en medallas propias y repetir etiquetas falsas sobre mi padre.
Dice que lo importante es “la consulta directa de la sentencia”, pero él mismo se calla lo que más desmonta su relato: que la resolución acreditaba que mi padre era abogado, que no pidió la pena máxima a nadie —ni a Miguel Hernández ni a ningún otro— y que jamás participó en un consejo de guerra.
Cita a medios afines, selecciona titulares y desprecia como “más de lo mismo” lo que no añade novedad, mientras en su propio caso la redundancia es virtud académica. Y por si fuera poco, mezcla resoluciones distintas —AEPD, juzgados de Alicante, Audiencia Nacional, TSJCV, Cádiz— como si fueran un único frente donde él acumula victorias.
En 2024 vuelve sobre la misma entrada para presumir de la sentencia del Supremo. Ni una línea para recordar que esas resoluciones no avalan su versión historiográfica, sino que se limitan a cuestiones técnicas de protección de datos.
Así funciona su método: seleccionar, callar, mezclar y amplificar. Todo para que quede en la memoria la etiqueta que él mismo inventó y repitió hasta el cansancio: “el alférez Baena Tocón”. Pero ni la justicia dice eso ni la historia lo avala.

SENTENCIAS AJENAS, TRIUNFOS INVENTADOS (I)

 

  • Título original de Juan Antonio Ríos Carratalá : Una sentencia de la Audiencia Nacional

  • Fecha: sábado, 6 de agosto de 2022

  • Enlace: https://varietesyrepublica.blogspot.com/2022/08/una-sentencia-de-la-audiencia-nacional.html

  • Referencia a mi padre: directa, lo etiqueta como “alférez Baena Tocón” (que no fue militar de profesión como han querido hacer ver) y lo sitúa en el centro de su relato, ligándolo al procedimiento judicial y a la figura de “secretario judicial del Juzgado Militar de Prensa” (más bien secretario adscrito a un juez de instrucción).

  • Autorreferencia: conecta la noticia con su entonces futuro libro Sin olvido (previsto para 2023), justificando la relevancia que se otorga a la sentencia.

  • Estrategia: aprovechar una resolución judicial que me afectaba a mí para presentarla como “victoria” propia y respaldo indirecto a sus investigaciones.


Estrategia discursiva de Ríos Carratalá

  1. Apropiación de procesos ajenos.
    Dice no estar personado, pero aun así convierte la sentencia en una pieza de su relato, como si el tribunal hubiera refrendado su investigación. En realidad, la resolución no versaba sobre su libro ni sobre la validez de sus afirmaciones, sino sobre el derecho al olvido digital.

  2. Autopromoción encubierta.
    Presenta la sentencia como prueba de la importancia de su trabajo porque afecta a “uno de los secretarios judiciales del Juzgado Militar de Prensa”. Aprovecha para anunciar Sin olvido y colocarse como historiador imprescindible en la memoria del caso Miguel Hernández.

  3. Cobertura mediática selectiva.
    Dice enlazar “unos pocos medios”, pero en realidad escoge cabeceras de impacto (El País, Cadena SER, Público, Infolibre, etc.) que amplifican la versión que le interesa: rechazo del derecho al olvido = derrota del hijo del alférez. Ningún intento de contextualizar ni de mencionar matices jurídicos.

  4. Tono de victoria.
    Aunque reconoce que no puede estar personado, habla como si la resolución fuese un espaldarazo a su investigación. Prepara el terreno para usar esta y otras resoluciones como arsenal retórico en sus entradas y en intervenciones posteriores (como en la sesión judicial del 14 de octubre de 2024).


Crítica de fondo

  1. Confusión interesada entre justicia e historia.
    Una sentencia sobre el derecho al olvido digital no dice nada sobre la veracidad histórica de sus afirmaciones. Que la Audiencia Nacional deniegue mi petición no significa que las etiquetas que él coloca sobre mi padre sean correctas. Los jueces no avalan su relato historiográfico.

  2. El “triunfalismo falaz”.
    Objetivamente hay que señalar que una resolución judicial puede no salir como uno espera por múltiples motivos: criterios procesales, plazos, encaje técnico del derecho invocado, etc. No implica que la persona no tenga razón en el fondo. Ríos Carratalá, sin embargo, convierte cada resolución adversa en victoria suya, ocultando esta complejidad.

    • Ejemplo 1: aquí, la AN no juzga si mi padre fue o no represor, sino si procede aplicar el derecho al olvido digital.

    • Ejemplo 2: en otras ocasiones (como en octubre de 2024), se jacta en sala de mis supuestos “fracasos judiciales”, aunque los procedimientos ni siquiera vayan directamente contra él.

  3. Manipulación de la opinión pública.
    Al difundir de inmediato en prensa las noticias que le benefician, construye una imagen pública de autoridad respaldada por “la justicia”. Silencia, en cambio, cualquier aspecto que ponga en cuestión la validez de sus fuentes o el carácter interpretativo de sus afirmaciones.

  4. Desplazamiento del centro del debate.
    En lugar de hablar del núcleo del problema —si lo que él publicó sobre mi padre es verdadero o falso—, se parapeta tras resoluciones tangenciales para presentarse como legitimado. Es una táctica clásica de desviar el foco de atención: del rigor historiográfico al ruido mediático.


Réplica narrativa: No era “el alférez Baena Tocón”: sentencias ajenas, triunfos inventados (I)



La entrada de agosto de 2022 es un ejemplo perfecto de cómo Ríos convierte lo judicial en munición propagandística. Dice que la sentencia de la Audiencia Nacional “le afecta mucho” porque se relaciona con su investigación, pero en realidad el fallo no refrenda ninguna de sus afirmaciones: solo resolvía una cuestión de derecho al olvido digital.
Lo curioso es que él mismo admite que no estaba personado en ese procedimiento, pero lo vende como si fuera su victoria. Igual hizo más tarde en la sesión judicial del 14 de octubre de 2024 en el procedimiento civil contra él, en Cadiz, cuando sacó a relucir resoluciones ajenas como si fueran medallas propias.
Se apresuró a enlazar a El País, la SER, Público, Infolibre, Confilegal… siempre la misma estrategia: dar la máxima cobertura a lo que presenta como un revés mío, para transformarlo en un espaldarazo a su relato. Lo que nunca explica es que una sentencia puede desestimar por cuestiones técnicas o formales, aunque uno tenga toda la razón del mundo en el fondo.
La justicia no es lo mismo que la verdad histórica. Pero él se regodea cuando un tribunal no me da la razón, y convierte esas resoluciones en gasolina para alimentar su relato ideológico. Así, el archivo se convierte en ficción, y los tribunales en escenario. Lo único que parece importarle es que no se olvide su versión, aunque para eso tenga que manipular la memoria de mi padre y de mi familia.

OFENDIDOS Y CENSORES: LA LIBERTAD CONVERTIDA EN EXCUSA

 


Libro: Ofendidos y censores. La lucha por la libertad de expresión (1975-1984)
Autor: Juan Antonio Ríos Carratalá

Entradas en su blog Varietés y República:

  1. Ofendidos y censores, próxima publicación — jueves, 14 de abril de 2022

  2. Ofendidos y censores, mi nuevo libro, ya tiene cubierta — jueves, 13 de octubre de 2022

  3. Ofendidos y censores, ya está en la calle — lunes, 21 de noviembre de 2022

  4. Ofendidos y censores en la prensa (II) — lunes, 19 de diciembre de 2022

  5. Ofendidos y censores ya está en la prensa — martes, 6 de diciembre de 2022


Tipo de alusión:

  • Indirecta, pero central en la polémica: intenta blindar sus falsedades presentando cualquier crítica como un ataque a la libertad de expresión.

  • Subtexto: convierte su propia defensa corporativa en un relato de victimismo democrático.


Estrategia discursiva de R.C.

  1. Autopromoción: utiliza su blog como escaparate publicitario, repitiendo cinco veces (y más que hará con posterioridad) la misma noticia con variaciones mínimas.

  2. Etiqueta protectora: todo se publica bajo el rótulo de “libertad de expresión”, como si su obra fuese una cruzada en defensa de un derecho fundamental.

  3. Desplazamiento de foco: presenta a quienes le critican (yo, en concreto) como censores u ofensores, obviando que lo que se cuestiona son su ficción sobre personas concretas que no se pueden defender (como mi padre) y sus falsedades documentales.

  4. Victimismo con eco mediático: repite su mensaje en medios afines y presume de repercusión como prueba de su razón.


Puntos discutibles

  • Confusión deliberada: protesta contra censuras del franquismo, pero usa ese marco para descalificar la defensa legítima del honor en democracia.

  • Falsedad de origen: nunca se ha pedido su censura ni limitar su libertad de cátedra; lo que se le exige es que no difunda falsedades sobre una persona concreta.

  • Libertad vs. veracidad: la libertad de expresión exige respeto a la verdad; no ampara la manipulación de documentos ni la invención de biografías.

  • Corporativismo: la UA y ciertos medios han amplificado su versión sin contraste, reforzando el relato de víctima.

  • Repetición vacía: cinco entradas para decir lo mismo, síntoma de propaganda más que de investigación.


Réplica narrativa: Ofendidos y censores: la libertad convertida en excusa

En 2022, R.C. dedicó, al menos, cinco entradas de su blog a su libro Ofendidos y censores, publicado con el respaldo de la Universidad de Alicante y la editorial Renacimiento. Cinco entradas que no aportan novedad: anuncio, portada, salida a la calle, eco en prensa y reseñas. El ciclo completo de autopromoción, bajo un mismo lema: libertad de expresión.

A primera vista, nada malo hay en defender la libertad de expresión. El problema surge cuando se utiliza ese derecho como escudo para otra cosa: legitimar falsedades. Desde 2019, R.C. insiste en acusarme de ir contra la libertad de cátedra y de expresión, como si exigir veracidad fuese censura. Nunca pedí que se borrara su obra ni que se prohibiera su palabra: solo pedí que rectificara las falsedades que escribió sobre mi padre; de dicho de otra manera: le reclamé que en unos pocos enlaces suyos detecté falsedades escritas por él sobre mi padre, a los que siguieron muchos más. Y mucho menos le solicité que se borraran “archivos históricos”, como ha dado a entender en los medios, pero su egocentrismo le hace pensar que cuanto escribe con ficción manifiesta es un “documento histórico”

Él sabía que mis demandas eran muy concretas: que reconociera el error y corrigiera lo que no era cierto. Pero prefirió montar el espectáculo: que si yo quería reescribir la historia, que si buscaba borrar archivos históricos, que si pretendía restaurar la censura franquista o de épocas pasadas. Y así, con ese disfraz de víctima, se presentó en medios que le dieron altavoz sin contraste.

El colmo es que repite el mantra de que la Transición conquistó la libertad de expresión frente al franquismo, pero actúa hoy con la misma intolerancia que denuncia: llamar “facha”, “franquista” o “censor” a cualquiera que contradiga su relato. La ironía es evidente: quienes más presumen de tolerancia resultan los más intolerantes con quienes defienden la verdad.

El libro y sus cinco entradas en el blog no son un homenaje a la libertad, sino un recordatorio de cómo se manipula ese concepto para proteger un ego y un relato ideológico. Lo que se presenta como “defensa democrática” es, en realidad, la coartada de quien se ofende si se le pide rigor y convierte a quien protesta en censor.

domingo, 21 de septiembre de 2025

Los silencios... y los ruidos de R.C. sobre José M.ª Alfaro

 

El 18 de septiembre de 2025, Juan Antonio Ríos Carratalá publicó en su blog Varietés y República la entrada titulada “Los silencios de José M.ª Alfaro” (enlace aquí).

Nada más leer el título, uno ya puede adivinar el tono: la palabra silencios no es una categoría descriptiva, sino un sello ideológico. Como si cada biografía tuviera que venir acompañada de un cartel con los rótulos que al catedrático le resultan aceptables. En ese juego de etiquetas, recuerda inevitablemente a lo que se hacía en otros tiempos: marcar a las personas con símbolos ajenos a su voluntad. Los nazis usaban la estrella de David; algunos autodenominados “demócratas” de hoy parecen ansiosos por colocar su propia simbología moral para decidir quién entra en su canon y quién merece la hoguera académica.

Hasta aquí, el tono de siempre. Pero vayamos a lo que interesa: el contenido.



La deducción convertida en dogma

Ríos Carratalá presenta en esta entrada un hallazgo supuestamente revelador:

  • Que el comandante Pablo Alfaro Alfaro presidió el tribunal que condenó a muerte a Miguel Hernández (dato conocido).

  • Que consultó una esquela en ABC (27 de marzo de 1966, p. 138), de donde “dedujo” que dicho militar era padre del poeta falangista José María Alfaro Polanco (1905–1994).

  • Que esa deducción ahora le parece confirmada por un sumario de 1937 donde José María Alfaro aparece como “hijo de Pablo”.

Y, a partir de ahí, despliega toda una narración que conecta trayectorias, silencios, contradicciones y biografías.

Hasta aquí todo sería correcto… salvo por un detalle: el rigor. O mejor dicho, la falta de él.


¿Padre e hijo de la misma edad?

Revisemos los datos:

  • José María Alfaro Polanco nació en 1905 (o 1906) y murió en 1994. Está documentado: fue diplomático, escritor, periodista, falangista y, más tarde, colaborador en prensa. (Wikipedia)

  • Pablo Alfaro Alfaro, comandante, presidió el consejo de guerra de Miguel Hernández en 1940. Que muriera en 1966 es lo que afirma la esquela citada por Ríos, aunque no hemos podido localizarla en la hemeroteca digital de ABC.

Ahora bien, aquí viene la joya: según el relato de Ríos, el padre (Pablo) y el hijo (José María) parecen tener casi la misma edad. ¡Magia pura! Una cronología que ni la física cuántica podría explicar.

Y, por si fuera poco, todo ello se presenta como si fuera un hallazgo “riguroso”. En lugar de matizar, R.C. lo da por hecho: deducido = probado. Y así construye su relato.


El método Carratalá: suponer primero, corregir nunca

Esto no sería grave si se tratara de una nota al pie o de una hipótesis en voz baja. El problema es que Ríos convierte sus deducciones en certezas. Exactamente lo mismo que hizo con mi padre, Antonio Luis Baena Tocón: transformar lo que no pasa de ser una suposición forzada en un hecho con categoría de dogma, amplificado después en entrevistas, artículos y conferencias.

Cuando se le señala el error, la respuesta no es rectificar, sino avanzar más en la misma dirección. La huida hacia adelante. Lo importante no es la verdad documental, sino la construcción ideológica.


Wikipedia como palabra revelada

Para dar empaque a su relato, Ríos suele recurrir a Wikipedia como si fuera palabra de Dios. Y es curioso: en el caso de mi padre, llegó a utilizar la Wikipedia como fuente de autoridad, aun sabiendo que la entrada había sido escrita y manipulada desde 2019 por un militante de Podemos, declarado en rebeldía procesal en el juicio de octubre de 2024. Esa entrada recogía falsedades palmarias, basadas en textos del propio R.C., que han ido modificándose a placer según convenía a la narrativa.

Lo más llamativo es que, a pesar de ser consciente de esas manipulaciones, R.C. nunca ha corregido ni desmentido nada. ¿Por qué? Muy simple: porque le importa más su narcisismo y egocentrismo que la verdad histórica. En lugar de velar por el rigor, se beneficia de esas falsedades, porque encajan con el personaje que ha construido. Y mientras tanto, la Wikipedia sigue difundiendo errores como si fueran verdades universales.


¿Silencios o etiquetas?

El título mismo de la entrada —Los silencios de José M.ª Alfaro— es ya toda una declaración. Como si cada persona estuviera obligada a contar su vida según los cánones ideológicos de R.C. Lo que no encaja en esa narrativa se convierte en “silencio culpable”. Una lógica que recuerda demasiado a los totalitarismos: quien no dice lo que yo quiero, es sospechoso.

¿Acaso la vida de José M.ª Alfaro —como la de tantos otros— no puede ser compleja, contradictoria, llena de giros propios de la época? No: para R.C., solo vale si entra en su guion de vencedores y vencidos, de culpables eternos y héroes inmaculados.


El elogio interesado y el corporativismo

Para dar empaque, Ríos adereza el artículo con alabanzas a otros historiadores —como Carlos Piriz, de la Universidad de Cádiz—, curiosamente algunos de los que luego firmaron apoyos corporativos incondicionales en su favor (del que daremos cuenta en otro momento) en el juicio civil que tuvo que afrontar en octubre de 2024. Todo queda en casa. Y así se construye un relato donde la investigación crítica se confunde con la propaganda académica.


Conclusión: ruido, no silencio

Después de leer el artículo de R.C., uno no sabe si reír o llorar. Se nos presenta como un gran hallazgo lo que no pasa de ser una conjetura mal hilada. Se convierten deducciones en certezas, se adornan con citas sueltas, y se empaqueta todo bajo un título que ya viene cargado de sectarismo.

El resultado no son “los silencios de José M.ª Alfaro”, sino los ruidos de Juan Antonio Ríos Carratalá: ruido ideológico, ruido académico y ruido mediático.
Y lo peor es que esos ruidos —igual que en mi caso personal y el de mi padre— se transforman en relatos que luego se repiten en prensa, en aulas y en congresos, sin contraste, sin matices y sin rectificación.


Referencias consultadas

LA HISTORIA COMO ESCUDO Y LA VÍCTIMA IMAGINARIA

Fecha de publicación original: 6 de septiembre de 2023 Título original: La portada del sumario de un condenado a muerte: Manuel Navarro B...