Cuando el victimismo se disfraza de ciencia: “Las armas contra las letras”
Fecha de publicación original: 29 de octubre de 2023
Título original: Las armas contra las letras, en prensa y en la prensa
Autor: Juan Antonio Ríos Carratalá
Enlace: https://varietesyrepublica.blogspot.com/2023/10/las-armas-contra-las-letras-en-prensa-y.html
1. Tipo de alusión
Indirecta.
Ríos
Carratalá no menciona nombres ni casos concretos aquí, pero
reafirma —de forma solemne y autorreferencial— su papel como
supuesto “defensor de la libertad de expresión” frente a un
contexto represivo. En este marco se
apropia discursivamente
del concepto de libertad, proyectando sobre su propia figura el papel
de héroe académico frente a quienes, como el usuario, han
cuestionado sus falsedades documentales.
2. Estrategia discursiva del autor
Autolegitimación pública: se presenta como un investigador comprometido, víctima de la magnitud de su propia tarea “ciclópea”.
Apropiación de conceptos nobles: utiliza “libertad de expresión”, “ciencia”, “rectificación”, “evolución del conocimiento” como escudos retóricos, sin aplicarlos realmente cuando se le contradice.
Buenismo calculado: finge apertura al debate y disposición a rectificar, cuando en la práctica ha ignorado solicitudes legítimas y se ha beneficiado de su posición académica y mediática.
Construcción de un relato heroico-victimista: presenta su labor como sacrificio personal —“si la salud me lo permite…”— para reforzar su imagen pública.
Silencio selectivo: omite toda referencia a casos en que se ha demostrado que tergiversó información (como el de Antonio Luis Baena Tocón), blindándose tras un discurso genérico.
3. Puntos discutibles
❌ Uso retórico de la libertad de expresión: invoca principios universales mientras se beneficia de un desequilibrio de poder que le permite hablar sin ser cuestionado en igualdad de condiciones.
❌ Falsa apertura al diálogo: declara estar abierto a críticas y rectificaciones, pero ha ignorado o minimizado solicitudes bien fundamentadas.
❌ Autopromoción académica: convierte un proyecto de investigación en un acto épico personal, atribuyéndose una autoridad moral que no le corresponde.
❌ Victimismo estratégico: presenta su trabajo como una carga personal para reforzar su legitimidad y blindarse ante críticas.
❌ Hipocresía discursiva: predica rectificación científica mientras construye un muro institucional y mediático para proteger sus falsedades.
4. Réplica narrativa: “La libertad de expresión convertida en monólogo”
La épica académica también puede ser un disfraz.
Ríos Carratalá escribe sobre su “gran proyecto” de investigación como si fuera un héroe solitario enfrentado a las tinieblas. Habla de libertad de expresión, de ciencia, de rectificación y de conocimiento compartido. Suena muy bien, casi conmovedor. Pero la práctica ha sido bien distinta.
Cuando alguien —como yo— le ha señalado errores graves, falsedades y tergiversaciones, no ha habido ni rectificación, ni apertura al diálogo, ni respeto por la igualdad de condiciones. Solo silencio, victimismo y recursos de poder académico.
Se presenta como un defensor de quienes “ejercieron la libertad de expresión en la etapa republicana”, pero ignora por completo que otros —como mi propio abuelo— también ejercieron su libertad, y pagaron con su vida a manos de sus correligionarios. Porque no todos entendían lo mismo por “libertad de expresión”, ni entonces ni ahora.
Hablar de libertad es fácil cuando uno controla la tribuna, la prensa amiga y el relato. Mucho más difícil es aceptar que la libertad implica también escuchar, responder y rectificar cuando se miente.
No hay mayor cinismo que predicar apertura cuando se vive cómodamente blindado por el poder institucional.

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