Después de semanas de incertidumbre, bloqueo y suplantación de identidad, recupero por fin mi cuenta original de Facebook. Vuelvo a escribir desde ella con la misma intención que me llevó a abrirla en 2020: defender la memoria de mi padre, Antonio Luis Baena Tocón, frente a quienes han manipulado su historia con fines ideológicos. Esta es la explicación de lo ocurrido, y de por qué decidí no callarme más.
En junio de 2020 escribí mi primera publicación en esta cuenta con la intención de abrir un canal respetuoso y sincero sobre un tema muy delicado para mí: la memoria de mi padre, Antonio Luis Baena Tocón, cuya trayectoria ha sido reescrita de forma sectaria e ideológica por quienes se han empeñado en utilizar su nombre —ya fallecido y sin derecho a réplica— como parte de un relato manipulado del pasado.
Desde entonces he intentado mantener la serenidad y el respeto, incluso permaneciendo en silencio durante mucho tiempo por consejo de mis abogados. Mientras tanto, el difamador y quienes le aplauden han gozado de altavoces en prensa, blogs y redes, construyendo una versión que nada tiene que ver con los hechos ni con los documentos. A mí, en cambio, se me ha negado el derecho a réplica en muchos espacios públicos que presumen de pluralismo y libertad de expresión.
Hubo un momento en que decidí no callarme más. Desde entonces he utilizado esta cuenta para compartir mis escritos, reflexiones y documentos a través de la web
donde desde diciembre de 2024 he comenzado a publicar artículos en un blog que, con el tiempo conformarán, en mayor o menor medida, parte de un libro a medio plazo. Un libro que no busca revancha, sino justicia y verdad frente a la falsedad, la difamación y el desprecio gratuito.
A finales de mayo alerté desde mi propia cuenta de Facebook de intentos de hackeo. Lo confirmé después: mi cuenta fue suplantada, cambiaron mi nombre e imagen, y estuve bloqueado algo más de un mes. Todo esto coincidió —casualmente o no— con la publicación de nuevos textos en defensa de la memoria de mi padre.
Hoy Facebook me ha comunicado oficialmente que mi cuenta cumple las normas comunitarias y me ha restituido el acceso. La denuncia presentada ante la Policía y el contacto con la sede central de Meta en Dublín probablemente han ayudado a desbloquear esta situación.
👉 Algunas consecuencias:
He perdido contactos y conversaciones de Messenger.
Mi identidad fue suplantada, por lo que puede que aún haya confusión con imágenes o nombre antiguos.
Algunos contactos han desaparecido sin explicación. Probablemente fueron bloqueados desde mi propia cuenta por quienes llevaron a cabo la usurpación de identidad.
🎯 Aclaración final:
No retengo a nadie. Quien quiera irse, que lo haga libremente (Hay quien se queja, incluso en sesión judicial de que tenga "amigos comunes", lo que me parece altamente infantil y ridículo). Y quien desee seguir recibiendo información veraz y documentada sobre el caso que me ocupa, será siempre bienvenido. No me estorba nadie.
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