martes, 28 de octubre de 2025

LA HISTORIA COMO ESCUDO Y LA VÍCTIMA IMAGINARIA

Fecha de publicación original: 6 de septiembre de 2023

Título original: La portada del sumario de un condenado a muerte: Manuel Navarro Ballesteros

Autor: Juan Antonio Ríos Carratalá

Enlace: https://varietesyrepublica.blogspot.com/2023/09/la-portada-del-sumario-de-un-condenado.html


1. Tipo de alusión

Indirecta, pero clara. La nota final del texto alude a la existencia de “tres procesos judiciales” ligados a un nombre incluido en una portada de sumario que no muestra, y aprovecha esa circunstancia para presentarse como un investigador censurado, víctima de ataques a la libertad de expresión.
No nombra directamente a mi padre, pero es evidente la referencia a mi caso y a su utilización mediática y retórica del mismo.


2. Estrategia discursiva del autor

  • Estrategia de victimismo calculado: al no mostrar el documento y añadir la nota final, se presenta como un historiador limitado por procesos judiciales “que no le permiten mostrar la verdad”.

  • Lenguaje autolegitimador: se autodefine como autor de “un trabajo histórico” —como si con esa etiqueta blindara su relato contra cualquier crítica, incluso las que demuestran falsedades.

  • Reescritura de la situación jurídica: habla de “tres procesos judiciales” de forma ambigua y manipuladora, sin precisar si son contra él ni por qué.

  • Silencio táctico: evita mencionar nombres concretos (incluido el de mi padre), intentando aparentar prudencia, cuando en realidad lo utiliza para seguir explotando el relato victimista.

  • Construcción de relato mediático: vincula la existencia de procesos judiciales con “ataques a la libertad de expresión”, como ya ha hecho reiteradamente.


3. Puntos discutibles

  • Ambigüedad calculada: menciona “tres procesos judiciales” sin aclarar su naturaleza ni su relación con su actuación.

  • Autolegitimación académica: presenta su texto como “trabajo histórico” para blindar sus afirmaciones frente a críticas legítimas, aunque en otras ocasiones haya manipulado documentos.

  • Víctima autoproclamada: utiliza el conflicto judicial como herramienta para reforzar su imagen pública de “investigador acosado”.

  • Silencios tácticos: no menciona nombres para parecer prudente, pero los insinúa, manteniendo activo su relato sin exponerse directamente.

  • Desplazamiento narrativo: convierte un proceso jurídico basado en falsedades en un supuesto “ataque a la libertad de expresión”, tergiversando su naturaleza.


4. Réplica narrativa: “La historia como escudo y la víctima imaginaria”


El victimismo es un recurso tan viejo como eficaz.
Cuando Ríos Carratalá añade al final de su texto que “no reproduce la portada” de un sumario porque en ella “figura un nombre cuya cita es objeto de tres procesos judiciales”, no está informando: está construyendo un relato.
Con una frase cuidadosamente calculada, se presenta como un historiador que quiere contar “la verdad” pero no puede porque lo “censuran”. No aclara cuáles son esos procesos, ni contra quién, ni por qué. Tampoco menciona que si existen no es porque nadie haya querido “borrar la historia”, sino porque se han señalado falsedades, manipulaciones y tergiversaciones graves.
Lo más cómodo es envolverse en la bandera de la libertad de expresión y fingir persecución. Lo más difícil, asumir responsabilidades por haber lanzado nombres a la opinión pública acompañados de falsedades históricas.
La frase “un trabajo histórico” no transforma en verdad lo que no lo es. No convierte una manipulación en rigor, ni una insinuación en documento.
Hablar de “tres procesos” sin explicar nada es un modo de victimizarse sin asumir nada. Como buen manipulador de lenguaje, sabe que las palabras pesan más que las pruebas cuando se lanzan desde una tribuna universitaria.
Lo que no dice es que esos procesos no nacieron de censura, sino de mentira. Y que el silencio momentáneo sobre nombres propios no es respeto, es cálculo.
Lo veremos: calla cuando le conviene, pero no por pudor, sino por estrategia.

RELATOS CON UN SOLO OJO: ASÍ SE FABRICA CULPA RETROACTIVA

 

Cárcel republicana
Fecha de publicación original: 7 de septiembre de 2023

Título original: El periodista Ricardo Flores murió en la cárcelAutor: Juan Antonio Ríos Carratalá

Enlace original: https://varietesyrepublica.blogspot.com/2023/09/el-periodista-ricardo-flores-murio-en.html


1. Tipo de alusión

Indirecta pero con efectos reales: al presentar la dureza de las cárceles franquistas como un infierno absoluto y unilateral, se alimenta la misma narrativa que ha servido para arrastrar nombres a la picota pública —entre ellos, el de mi padre— vinculándolos simbólicamente a represiones que no les corresponden.

Cárcel republicana


2. Estrategia discursiva del autor

  • Afirma como hechos lo que son interpretaciones personales: “El franquismo tuvo un cuidado extremo…”, “La realidad fue mucho más cruda…”.

  • Omite por completo la represión y el horror republicano (chekas, ejecuciones sumarias, destrucción de pruebas).

  • Construye un relato moral unidireccional: unos como verdugos, otros como víctimas angelicales.

  • Introduce el caso de Miguel Hernández como símbolo, generalizando sin contextualizar.

  • Apela a la emoción y a la memoria selectiva para reforzar un único eje narrativo.


3. Puntos discutibles

  • Ausencia de contexto previo y paralelo: se omite sistemáticamente la represión ejercida en la zona republicana (chekas, ejecuciones sumarias, desaparición de archivos), lo que distorsiona la comprensión global del periodo.

  • Falta de contextualización histórica: no se comparan las condiciones carcelarias con los estándares de la época en Europa, sino que se juzgan con criterios contemporáneos, lo que conduce a lecturas anacrónicas y sesgadas.

  • Uso acrítico de testimonios orales: se presentan como “pruebas concluyentes” sin matizar su parcialidad ni confrontarlos con fuentes documentales contrastadas.

  • Generalización ideológica y culpabilidad difusa: el relato confunde contexto represivo general con responsabilidades individuales, alimentando atribuciones falsas y estigmatización pública de personas concretas —entre ellas, mi padre—.

  • Narrativa moralizante y sesgo calculado: se construye un marco emocional de “buenos y malos” que favorece interpretaciones mediáticas simplistas y un discurso histórico unilateral.



Réplica narrativa: “Relatos con un solo ojo: así se fabrica culpa retroactiva”

No es historia: es propaganda revestida de solemnidad.
Introducción documental Hispania Mágica

Fuente: Introducción documental Hispania Mágica 06/10/25 


Cuando Ríos Carratalá escribe que “el franquismo tuvo un cuidado extremo en el control de las imágenes relacionadas con las cárceles de la posguerra”, parece olvidar —o elegir olvidar— que en la zona republicana también hubo cárceles, chekas, tiros en la nuca y archivos borrados a conciencia. ¿Qué eran? ¿Hoteles de cinco estrellas? ¿Spas revolucionarios con jazz al atardecer y masajes de solidaridad antifascista?

Fuente: Internet, un método de tortura chequista. 


Se nos vende un relato en el que un bando encarna el Mal absoluto y el otro, la pureza angelical. Pero mientras unos censuraban, otros destruían archivos, borraban huellas y, en demasiados casos, ejecutaban sin juicio. La historia completa es bastante menos épica —y mucho más incómoda— de lo que se quiere pintar.
Lo más grave es que este tipo de relatos no son inocuos. Han servido —y siguen sirviendo— para arrastrar nombres a la picota, responsabilizar a personas que no cometieron crímenes y reescribir biografías con brochazos ideológicos. Entre ellos, la de mi padre.
El caso de Miguel Hernández es profundamente doloroso. Nadie lo discute. Pero de esa tragedia a señalar, décadas después, con el dedo acusador a funcionarios, administrativos o simples jóvenes obligados a servir en un sistema que no crearon, hay un abismo que la ética académica debería respetar.
Lo que Ríos hace —una y otra vez— es levantar ese dedo desde la comodidad del despacho, construyendo relatos parciales que se convierten en etiquetas públicas difíciles de borrar. La memoria no se honra fabricando culpables a medida ni reduciendo la historia a un cuento de buenos y malos.
La memoria auténtica exige mirar de frente todas las verdades —también las incómodas, las que no favorecen a ningún bando—. Porque la historia con un solo ojo no es historia. Es un arma.

jueves, 23 de octubre de 2025

MILI CON VACAS Y DOBLE VARA DE MEDIR

 


  • Título original: Soldado de reemplazo en tiempos golpistas
    Fecha: viernes, 25 de agosto de 2023
    Enlace: https://varietesyrepublica.blogspot.com/2023/08/soldado-de-reemplazo-en-tiempos.html

  • Tipo de alusión: indirecta — aunque no menciona a Antonio Luis Baena Tocón, es muy significativa porque muestra cómo el propio autor justifica su actitud pasiva y temerosa durante su mili en un contexto democrático, mientras exige a otros —en contextos infinitamente más duros— conductas heroicas que él mismo no tuvo.


ESTRATEGIA DISCURSIVA DE RÍOS CARRATALÁ

  1. Autorretrato victimista:
    Se presenta como un joven soldado aterrorizado, atrapado en una mili absurda y opresiva, usando un tono literario que convierte la incomodidad personal en tragedia existencial.

  2. Magnificación selectiva:
    Exagera las incomodidades —guardias, rumores, miedo a atentados— como si fueran acontecimientos épicos, olvidando el contexto real de violencia política en el que ocurrieron.

  3. Moral asimétrica:
    Justifica su propio silencio, su miedo y su acomodación al absurdo como “comprensibles”, pero niega esa misma comprensión a quienes vivieron circunstancias mucho más extremas, como los funcionarios y militares en la inmediata posguerra de 1939.

  4. Recurso al absurdo como coartada moral:
    Utiliza el absurdo y la ironía para neutralizar cualquier cuestionamiento sobre su pasividad personal. Lo que en él es “ironía lúcida”, en otros es “colaboracionismo culpable”.

  5. El silencio como doble estándar:
    Presenta su silencio como legítimo —porque había miedo—, mientras etiqueta como “silencio cómplice” el de quienes vivieron bajo un régimen autoritario y un clima represivo infinitamente más duro.


CONTEXTO HISTÓRICO: 1980–1982

En 1980, el año previo a su servicio militar, Euskadi Ta Askatasuna (ETA) asesinó a 93 personas. En 1981, año en que Ríos Carratalá hizo la mili, ETA mató a más de 30, entre militares, guardias civiles y civiles. Fue un período en el que los uniformados eran objetivos directos de atentados. El fallido golpe del 23-F añadió un clima de tensión y temor a un país todavía en transición política.

En ese contexto, su relato se centra no en esa violencia real —que apenas menciona de pasada—, sino en el drama personal de montar guardia entre vacas, en bostezos, en rumores de Radio Macuto, en incomodidades que llama “apocalípticas desgracias”.

👉 Esta elección narrativa no es inocente: refuerza su imagen de víctima intelectual y permite ignorar la realidad política y social del momento.


PUNTOS DISCUTIBLES

  • ❌ Equipara una guardia nocturna aburrida con “barbarie y tiranía”, trivializando un contexto en el que otros soldados morían asesinados por ETA.

  • ❌ Se otorga el derecho a callar y adaptarse, pero niega esa misma comprensión a quienes hicieron la mili en 1939, en un país devastado por una guerra civil.

  • ❌ Su “absurdo” personal le sirve de coartada moral; el de los demás, de acusación.

  • ❌ Ignora deliberadamente que los herederos políticos de esa violencia de ETA son hoy parte de alianzas de gobierno que él no critica, mientras condena con dureza cualquier sombra relacionada con el franquismo.

  • ❌ Construye una narrativa egocéntrica: él como víctima lúcida; otros, como culpables históricos.


Réplica narrativa: Mili con vacas y doble vara de medir”

En 1981, Juan Antonio Ríos Carratalá hacía la mili entre vacas y rumores de Radio Macuto. Montaba guardia en la vaquería mientras ETA asesinaba a militares y guardias civiles. En su relato, sin embargo, el centro no es el terrorismo ni el país en ebullición democrática, sino su miedo, su tedio y su sensación personal de absurdo.

Él calló. Él se adaptó. Él asumió que la clave era sobrevivir y esperar la “blanca”. Su silencio es para él “comprensible”, casi poético.

Pero cuando habla de 1939, cuando habla de funcionarios jóvenes recién licenciados, en una España destrozada por la guerra, exige rebeldía, heroísmo y desobediencia moral absoluta. Lo que para él fue prudencia, para otros es “colaboracionismo culpable”. Lo que en él fue miedo humano, en otros es “silencio cómplice”. Lo que para él es ironía literaria, en otros es pecado histórico.

Y así, el hombre que hace literatura de su guardia entre vacas se convierte en juez implacable de quienes no pudieron elegir. No es que no entienda las circunstancias de 1939; es que no quiere entenderlas, porque si lo hiciera, se derrumbaría su pedestal moral.

  • Título original: Soldado de reemplazo en tiempos golpistas
    Fecha: viernes, 25 de agosto de 2023
    Enlace: https://varietesyrepublica.blogspot.com/2023/08/soldado-de-reemplazo-en-tiempos.html
    Tipo de alusión: indirecta — aunque no menciona a Antonio Luis Baena Tocón, es muy significativa porque muestra cómo el propio autor justifica su actitud pasiva y temerosa durante su mili en un contexto democrático, mientras exige a otros —en contextos infinitamente más duros— conductas heroicas que él mismo no tuvo.


ESTRATEGIA DISCURSIVA DE RÍOS CARRATALÁ

  1. Autorretrato victimista:
    Se presenta como un joven soldado aterrorizado, atrapado en una mili absurda y opresiva, usando un tono literario que convierte la incomodidad personal en tragedia existencial.

  2. Magnificación selectiva:
    Exagera las incomodidades —guardias, rumores, miedo a atentados— como si fueran acontecimientos épicos, olvidando el contexto real de violencia política en el que ocurrieron.

  3. Moral asimétrica:
    Justifica su propio silencio, su miedo y su acomodación al absurdo como “comprensibles”, pero niega esa misma comprensión a quienes vivieron circunstancias mucho más extremas, como los funcionarios y militares en la inmediata posguerra de 1939.

  4. Recurso al absurdo como coartada moral:
    Utiliza el absurdo y la ironía para neutralizar cualquier cuestionamiento sobre su pasividad personal. Lo que en él es “ironía lúcida”, en otros es “colaboracionismo culpable”.

  5. El silencio como doble estándar:
    Presenta su silencio como legítimo —porque había miedo—, mientras etiqueta como “silencio cómplice” el de quienes vivieron bajo un régimen autoritario y un clima represivo infinitamente más duro.


CONTEXTO HISTÓRICO: 1980–1982

En 1980, el año previo a su servicio militar, Euskadi Ta Askatasuna (ETA) asesinó a 93 personas. En 1981, año en que Ríos Carratalá hizo la mili, ETA mató a más de 30, entre militares, guardias civiles y civiles. Fue un período en el que los uniformados eran objetivos directos de atentados. El fallido golpe del 23-F añadió un clima de tensión y temor a un país todavía en transición política.

En ese contexto, su relato se centra no en esa violencia real —que apenas menciona de pasada—, sino en el drama personal de montar guardia entre vacas, en bostezos, en rumores de Radio Macuto, en incomodidades que llama “apocalípticas desgracias”.

👉 Esta elección narrativa no es inocente: refuerza su imagen de víctima intelectual y permite ignorar la realidad política y social del momento.


PUNTOS DISCUTIBLES

  • ❌ Equipara una guardia nocturna aburrida con “barbarie y tiranía”, trivializando un contexto en el que otros soldados morían asesinados por ETA.

  • ❌ Se otorga el derecho a callar y adaptarse, pero niega esa misma comprensión a quienes hicieron la mili en 1939, en un país devastado por una guerra civil.

  • ❌ Su “absurdo” personal le sirve de coartada moral; el de los demás, de acusación.

  • ❌ Ignora deliberadamente que los herederos políticos de esa violencia de ETA son hoy parte de alianzas de gobierno que él no critica, mientras condena con dureza cualquier sombra relacionada con el franquismo.

  • ❌ Construye una narrativa egocéntrica: él como víctima lúcida; otros, como culpables históricos.


Réplica narrativa: Mili con vacas y doble vara de medir”

En 1981, Juan Antonio Ríos Carratalá hacía la mili entre vacas y rumores de Radio Macuto. Montaba guardia en la vaquería mientras ETA asesinaba a militares y guardias civiles. En su relato, sin embargo, el centro no es el terrorismo ni el país en ebullición democrática, sino su miedo, su tedio y su sensación personal de absurdo.

Él calló. Él se adaptó. Él asumió que la clave era sobrevivir y esperar la “blanca”. Su silencio es para él “comprensible”, casi poético.

Pero cuando habla de 1939, cuando habla de funcionarios jóvenes recién licenciados, en una España destrozada por la guerra, exige rebeldía, heroísmo y desobediencia moral absoluta. Lo que para él fue prudencia, para otros es “colaboracionismo culpable”. Lo que en él fue miedo humano, en otros es “silencio cómplice”. Lo que para él es ironía literaria, en otros es pecado histórico.

Y así, el hombre que hace literatura de su guardia entre vacas se convierte en juez implacable de quienes no pudieron elegir. No es que no entienda las circunstancias de 1939; es que no quiere entenderlas, porque si lo hiciera, se derrumbaría su pedestal moral.


#MemoriaHistórica #DobleVaraDeMedir #HistoriaDeEspaña #LibertadDeExpresión #RigorSelectivo #Mili #ETA #Hipocresía #SilencioCulpable #SilencioComprensible #VerdadHistórica #Manipulación #Blog #HistoriaReciente

“LIBERTAD DE EXPRESIÓN: CUANDO EL ALTAVOZ TAPA LA VOZ”


No hay mayor ironía que usar la libertad como escudo para silenciar. Cuando el poder habla sin ser cuestionado, lo que se impone ya no es libertad… es dominio.



Libertad de expresión: cuando solo vale si piensas como ellos

La escena que hemos visto hace unos días en la Universitat Autònoma de Barcelona con Vito Quiles es más que un simple incidente aislado. Es un espejo —incómodo, pero nítido— de cómo se está degradando el concepto de libertad de expresión en nuestro país.

Un grupo organizado impidió por la fuerza que hablara, con amenazas, insultos y violencia. No se trataba de debatir sus ideas ni de rebatirle con argumentos: se trataba de silenciarlo.

Y, sin embargo, muchos de los que en otras circunstancias habrían clamado por la “libertad de expresión” guardaron silencio. Otros, incluso, justificaron el boicot. Un doble rasero tan viejo como eficaz: la libertad es sagrada… siempre que hable quien yo quiero.


Cuando se manipula el sentido de la libertad

Esto me resulta dolorosamente familiar. Desde que señalé las falsedades que Juan Antonio Ríos Carratalá difundió públicamente sobre mi padre, la reacción no fue rectificar, ni debatir con rigor, ni dar voz a las dos partes.

Más bien la reacción fue silenciarme y desacreditarme:

  • Se me ha acusado de estar en contra de la libertad de expresión y de cátedra.

  • De querer “borrar archivos históricos”.

  • De querer “reescribir la historia”.

  • Incluso de poner “en peligro la investigación en España”.

Nada más alejado de la realidad: lo único que he hecho es exigir veracidad y responsabilidad ante afirmaciones públicas que afectan al honor de una persona fallecida y de su familia.

Pero en esta sociedad polarizada, señalar una falsedad de alguien con poder mediático es poco menos que declararle la guerra a un ejército de etiquetas ideológicas. Lo que no pueden rebatir con documentos, lo combaten con acusaciones vacías y altavoces bien conectados.


El poder de acallar no siempre lleva uniforme

En mi caso no hubo piedras ni barricadas. Pero sí hubo algo más sofisticado:

  • Medios que repitieron sin contrastar sus palabras.

  • Académicos haciendo corporativismo y periodistas que respaldaron sin informarse.

  • Un aparato de legitimidad ideológica que convirtió sus falsedades en “verdades públicas”.

Y junto a eso, insultos y amenazas personales, tanto hacia mí como hacia mi familia.
No fueron episodios pasajeros: han tenido consecuencias morales, sociales y económicas prolongadas en el tiempo. He tenido que soportar años de desgaste psicológico, pérdida de horas de trabajo, gastos legales y trastornos de salud derivados de esta persecución soterrada.

El resultado es el mismo que en el caso Quiles: una voz silenciada. No porque no pueda hablar —hablo—, sino porque intentan que nadie me escuche.


Libertad de expresión no es privilegio de unos pocos

La libertad de expresión no consiste en que solo hable quien gusta, ni en blindar a quienes tienen altavoces más potentes para que digan lo que quieran sin ser cuestionados.

Cuando la libertad de expresión se convierte en instrumento de poder —político, mediático o académico— deja de ser un derecho para todos y se transforma en un arma selectiva: sirve para amplificar determinadas ideas y, a la vez, para intentar silenciar a quienes las contradicen.

No es libertad de expresión cuando una cátedra se usa como púlpito ideológico.
No es libertad de expresión cuando una opinión y/o ficción ideológica personalísima se presenta como verdad histórica incuestionable.
No es libertad de expresión cuando una falsedad se disfraza de documento histórico para castigar a quien ha osado contradecirla.

La fuerza de la verdad no necesita privilegios ni micrófonos exclusivos; la mentira, en cambio, sí suele necesitar poder, redes y ruido.


Epílogo: no callar

Yo no pedí censurar archivos.
No pedí reescribir la historia.
Pedí que no se mienta. Que no se fabulen “hechos” sobre personas que no pueden defenderse. Que no se use el prestigio académico como escudo para difamar y, menos aún, como arma de venganza contra quien aporta datos y contradice a los que incomodan y los ha elaborado.

La libertad de expresión no puede ser una coartada para imponer un relato ideológico desde una posición de poder, ni para castigar al que se atreve a decir: “eso no es verdad”.

Si se utiliza así, deja de ser libertad y se convierte en una forma de dominación, más sutil que la violencia física, pero igual de eficaz para silenciar.

Y si eso molesta a quienes están acostumbrados a hablar sin que nadie les lleve la contraria, lo siento: también tengo derecho a mi voz.


📎 Enlaces de referencia

  1. Violento boicot a un acto de Vito Quiles en la UAB. Libertad Digital, 16/10/2025.
    https://www.libertaddigital.com/espana/2025-10-16/jovenes-separatistas-se-unen-a-las-autoridades-academicas-para-impedir-un-acto-de-vito-quiles-en-la-uab-7308874/

  2. Nueva movilización en Canarias contra la gira de Vito Quiles. Cadena SER, 21/10/2025.
    https://cadenaser.com/canarias/2025/10/21/universitarios-de-canarias-anuncian-movilizaciones-por-la-gira-de-vito-quiles-viene-con-discursos-xenofobos-y-machistas-radio-club-tenerife/

  3. La charla no autorizada del “ultra” Vito Quiles en la UAB desata altercados. El País, 16/10/2025.
    https://elpais.com/espana/catalunya/2025-10-16/vito-quiles-desata-las-protestas-en-la-universidad-autonoma-de-barcelona.html

  4. Los Mossos cargan en la UAB por el acto previsto de Vito Quiles. Huffington Post / Europa Press, 16/10/2025.
    https://www.huffingtonpost.es/politica/los-mossos-cargan-uab-separar-estudiantes-enfrentados-prevision-acto-ultra-vito-quiles.html

  5. “Si no recurro la sentencia, se acabará con la investigación en este país y habrá triunfado la censura”. Cadena SER, 13/03/2025.
    https://cadenaser.com/comunitat-valenciana/2025/03/13/rios-carratala-si-no-recurro-la-sentencia-se-conseguira-acabar-con-la-investigacion-en-este-pais-y-habra-triunfado-la-censura-radio-alicante/

  6. “Una juez condena al catedrático Ríos Carratalá a rectificar expresiones…”. Cadena SER, 10/03/2025.
    https://cadenaser.com/comunitat-valenciana/2025/03/10/una-jueza-condena-al-catedratico-rios-carratala-a-rectificar-expresiones-contra-el-secretario-judicial-que-participo-en-el-proceso-contra-miguel-hernandez-radio-alicante/

  7. “Un fallo judicial que silencia la memoria histórica”. Rebelión, 19/03/2025.
    https://rebelion.org/un-fallo-judicial-que-silencia-la-memoria-historica/

  8. “La justicia rechaza de nuevo borrar las alusiones a un…”. El País, 14/06/2024.
    https://elpais.com/espana/comunidad-valenciana/2024/06/14/la-justicia-rechaza-de-nuevo-suprimir-un-articulo-sobre-un-alferez-que-participo-en-la-condena-a-miguel-hernandez.html


miércoles, 22 de octubre de 2025

WIKIPEDIA: LA DOBLE VARA DE MEDIR

 

Dos entradas del blog de Juan A. Ríos Carratalá, catedrático de Literatura Española en la Universidad de Alicante.


Durante años, Ríos Carratalá ha convivido en silencio con falsedades sobre mi padre publicadas en Wikipedia. No le molestaban porque servían a su propio relato. Pero cuando la misma plataforma deja de serle útil, aparece el grito de “censura”, las quejas por la “doble vara de medir” y el papel de víctima. Dos entradas de su blog lo dejan claro: silencio cuando le beneficia, ruido cuando no. La historia no se deforma sola: hay quienes la manipulan conscientemente.

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Fichas de las entradas originales


Estrategia discursiva de Ríos Carratalá

  1. Autovictimización selectiva:

    Se presenta como un académico bloqueado injustamente, sin reconocer que ha usado Wikipedia para proyectar su propio relato.

  2. Descalificación sin autocrítica:

    Califica algunas entradas de “nefastas” pero ignora —o mantiene— falsedades en la entrada sobre Antonio Luis Baena Tocón.

  3. Ironía banalizadora:

    Usa la industria pornográfica como contraste para ridiculizar Wikipedia, desviando la atención de su propia conducta.

  4. Huida hacia adelante:

    Alardea de ser editor de Wikipedia, pero no para corregir falsedades que afectan a otros, sino para reforzar su discurso.


Puntos discutibles

  • ❌ Invoca principios de rigor académico mientras tolera falsedades sobre Antonio Luis Baena Tocón.

  • ❌ Usa a Miguel Hernández como escudo para legitimar su narrativa y blindar su autopromoción.

  • ❌ Confunde deliberadamente “censura” con “aplicación de normas editoriales comunitarias”.

  • ❌ Presenta su rol de editor de Wikipedia como altruista cuando en realidad lo utiliza para fortalecer su propia imagen pública y académica.


Réplica narrativa: Wikipedia: la doble vara de medir

Durante años, Juan Antonio Ríos Carratalá ha convivido cómodamente con una entrada de Wikipedia que contiene falsedades sobre mi padre, Antonio Luis Baena Tocón. Desde su creación —a cargo de un demandado en procedimiento civil y declarado en rebeldía procesal—, esa entrada ha sido modificada una y otra vez, ampliando y distorsionando el contenido original. No surgió por azar: nació en pleno conflicto mediático y judicial tras sus propias publicaciones y entrevistas. Y ahí sigue, como si el silencio cómplice fuese neutral.

Lo curioso es que cuando Wikipedia deja de servirle para su autopromoción —cuando aplica sus normas internas—, Ríos cambia de papel: de promotor y beneficiario silencioso a víctima clamorosa. Entonces habla de “bloqueos”, “varas de medir” y “oscuras razones” detrás de la enciclopedia libre.

Con ironía impostada, contrapone las restricciones a sus enlaces bibliográficos con la supuesta permisividad hacia fichas de estrellas porno, como si fuera un agravio personal y académico. Pero el verdadero problema no está en California, sino en Alicante: un catedrático que se beneficia de la plataforma cuando refuerza su relato y se victimiza cuando no lo hace.

Que alguien use Wikipedia para su autobombo no es nuevo. Que además consienta mentiras que dañan la memoria de otra persona y luego se presente como garante de la verdad, sí lo es. O al menos, es grave cuando quien lo hace presume de “historiador riguroso”.



Quien manipula la historia y luego se presenta como víctima no defiende la verdad: la utiliza como arma. Y esas armas, aunque se disfracen de academia, hacen daño real. Lo sé bien: las falsedades que Ríos Carratalá toleró en Wikipedia han manchado injustamente el nombre de mi padre y han alimentado un relato sectario. Curioso cómo cambia el rigor cuando cambia el beneficio.

domingo, 19 de octubre de 2025

“DIOS NO ERA UN CHISTE PARA QUIENES MURIERON POR SU FE”

 


Tipo de alusión


No hay mención directa a
mi padre, pero sí una carga ideológica fuerte:
Ríos utiliza la ironía sobre la figura de Dios en 1936 para subrayar su tesis recurrente:
reírse del discurso religioso = inteligencia y antifranquismo.
Lo hace mediante humor banal, sin matizar que
en ese mismo año 1936 se persiguió, se humilló y se asesinó a miles de personas precisamente por la fe que ahora presenta como objeto de mofa.

Este tipo de relatos no es neutro:

  • trivializa el sufrimiento real,

  • blanquea el fanatismo de una parte,

  • y caricaturiza las creencias de las víctimas.


Fragmentos clave de la entrada

Edgar Neville, por entonces republicano ...contribuyó al eutrapélico regocijo de sus lectores con la creación de un Dios aburrido porque todos le daban la razón como a un tonto.”
No me extraña que estas obras fueran prohibidas durante buena parte del franquismo, a pesar de las palinodias de sus autores. Sin ningún exabrupto y gracias a un notable ingenio, lanzan una carga de profundidad de difícil neutralización.”
La Iglesia católica jamás ha disipado la sospecha de que la omnisciencia y la omnipotencia pueden resultar más aburridas y comprometedoras que las dudas de un tal Fernández.”
Tal vez por esa razón siempre ha aplazado, sin fecha concreta, una llegada que dejaría en paro a los oficiantes de unos ritos basados en la lejanía de lo desconocido.”

Puntos discutibles y falaces

1. Humor frívolo en un contexto de persecución real

El autor usa un tono ligero e irónico sobre la figura de Dios y la Iglesia en 1936… pero 1936 no fue un chiste.
Ese mismo año,
miles de personas fueron asesinadas en España por motivos religiosos. Entre ellos, mi abuelo, y hubo intentos de asesinar a mi padre (ese mismo año y otros posteriores).
La ironía de Ríos
Carratalá borra ese contexto, como si hablar de Dios en 1936 fuera solo un guiño literario.

2. Blanqueo ideológico encubierto en tono ingenioso

Ríos Carratalá ensalza la sátira de Neville como “una carga de profundidad de difícil neutralización”. Traducción: ingenio progresista contra la Iglesia mala.
Pero no contextualiza que esa sátira se inscribe en
una atmósfera de odio real, no de simple debate cultural.

3. Caricatura de la fe como dogma manipulador

Frases como “la omnipotencia resulta más aburrida” o “dejaría en paro a los oficiantes” reducen la fe de miles de personas a una especie de espectáculo de crédulos.
Este reduccionismo
insulta indirectamente la memoria de quienes murieron precisamente por defender esa fe.

4. Silencio selectivo sobre la violencia republicana

Al usar humor para hablar de Dios y la Iglesia en 1936, Ríos no menciona ni una sola víctima del anticlericalismo violento de ese momento.
Este silencio es
elocuente: revela una mirada ideologizada que no busca contar historia, sino alimentar un relato.


Réplica narrativa: “Dios no era un chiste para quienes murieron por su fe”

En 1936, Dios no era “aburrido” ni objeto de ocurrencias ingeniosas: era motivo de persecución, cárcel y fusilamientos.
Lo fue para mi abuelo,
funcionario fiel a la República, asesinado por republicanos por oponerse a la matanza de inocentes y por defender su fe.
Y lo fue también para mi padre,
muy perseguido tras el asesinato de su padre y lo intentaron asesinar varias veces por ser hijo de quien era y por razones de fe: una de las veces, en una checa, una miliciana se obsesionó con el “rubio de ojos azules”, le molestaba mucho la pequeña medalla de la Virgen de la Esperanza que llevaba al cuello —la misma que hoy conservo como recuerdo— que pedía a sus colegas que se lo dejaran para ella y le costó ser llevado al paredón (Hubo otras veces que pasó por similares trances). Fue en esa ocasión, si no me equivoco, en la que logró salvar la vida gracias a un amigo de juventud, comunista, y compañero en la pensión donde residía preparando oposiciones como Licenciado en Derecho y que le facilitó la huida camino del paredón.

Por eso, cuando Ríos se permite ironías sobre “la venida aplazada de Dios” o “el aburrimiento divino”, no está haciendo literatura inocente: está banalizando la tragedia real de miles de personas, muchas de ellas sin poder defenderse, muchas asesinadas por tener o manifestar una creencia religiosa.

Si alguien hiciera el mismo “humor ingenioso” sobre símbolos republicanos en 1936, hoy sería tachado de provocador, reaccionario o fascista. Pero si la burla va contra la fe y la Iglesia, entonces es “carga de profundidad” y “notable ingenio”.

La historia no puede reducirse a sarcasmos unilaterales. No todos los católicos de 1936 eran inquisidores; muchos fueron víctimas. No todos los republicanos eran demócratas ilustrados; muchos fueron verdugos.
Y entre esos verdugos estuvieron quienes asesinaron a mi abuelo y quisieron asesinar a mi padre. Esa es la parte que
Ríos Carratalá omite siempre.

No me ofende que se critique a la Iglesia —la crítica forma parte de la libertad, y muchos católicos la ejercen—. Lo que sí ofende es cuando esa crítica degenera en ataque fanático y en burla banal sobre aquello por lo que mataron a miembros de mi familia y a tantos otros.

Persecución religiosa y anticlericalismo violento en España (1936)

 

La magnitud y complejidad de un odio ideológico que golpeó a religiosos y laicos


1. Raíces profundas del anticlericalismo español

Los ataques contra la Iglesia en 1936 no surgieron de la nada. Fueron la culminación de un anticlericalismo con larga trayectoria histórica, alimentado por tensiones sociales, ideológicas y políticas.

  • Desde la Revolución de 1868 y las desamortizaciones, la Iglesia fue percibida por amplios sectores progresistas y anarquistas como un pilar del antiguo régimen.

  • La Segunda República Española (1931–1936) intensificó esta tensión:

    • La Constitución de 1931 impuso un modelo laico estricto que limitó el papel público de la Iglesia.

    • La disolución de la Compañía de Jesús (1932) fue un símbolo de este enfrentamiento.

    • En 1931 y 1934 se produjeron oleadas de quema de conventos y templos.

  • Sectores radicalizados —anarquistas, socialistas revolucionarios y comunistas— identificaron a la Iglesia con el conservadurismo político, sin distinguir entre instituciones religiosas y personas individuales.

👉 Este clima acumuló un odio latente que estalló con violencia cuando se derrumbó el aparato estatal republicano en julio de 1936.


2. Julio–diciembre de 1936: persecución sistemática

Con el inicio de la Guerra Civil Española tras el alzamiento militar del 17–18 de julio de 1936, la violencia anticlerical alcanzó niveles sin precedentes.

Según Antonio Montero Moreno (Historia de la persecución religiosa en España 1936–1939) y datos de la Conferencia Episcopal Española:

  • 13 obispos asesinados

  • 4.184 sacerdotes diocesanos

  • 2.365 religiosos

  • 283 religiosas

  • Más de 3.000 laicos católicos ejecutados por motivos religiosos o simbólicos

👉 En total, más de 7.800 víctimas identificadas directamente por motivos religiosos, sin contar profanaciones, saqueos personales y públicos, torturas y destrucciones materiales.


3. Los laicos: víctimas invisibles de una violencia ideológica

Además de religiosos, miles de laicos católicos fueron asesinados simplemente por practicar su fe o por ser percibidos como “enemigos de la revolución”, incluso cuando eran republicanos leales o no tenían filiación política.

Un ejemplo personal es el de Francisco Baena Jiménez, funcionario republicano y abuelo paterno del autor, asesinado en Torrelaguna (Madrid) por milicianos de la Confederación Nacional del Trabajo y la Federación Anarquista Ibérica, que acompañaban a la Columna Del Rosal.

👉 Estos casos muestran que:

  • El odio anticlerical no distinguía ideologías personales: bastaba con ser católico practicante o tener símbolos religiosos en casa.

  • Muchos funcionarios, maestros y ciudadanos fueron señalados por asistir a misa, por pertenecer a Acción Católica o por proteger a religiosos perseguidos.

  • Las ejecuciones se producían tras simples denuncias o listados elaborados por comités revolucionarios. De esos listados y de quién los elaboraba se habla poco o nada en ciertas versiones académicas complacientes.

Ejemplos documentados de asesinatos de laicos católicos:

  • Maestros y maestras rurales que se negaron a retirar crucifijos de las aulas.

  • Médicos, abogados y funcionarios republicanos practicantes (como Francisco Baena Jiménez).

  • Campesinos y obreros denunciados por rezar o por proteger a perseguidos.

  • Familias enteras fusiladas por negarse a profanar imágenes religiosas.


4. Impulsores del clima de odio anticlerical

A. Corrientes ideológicas radicalizadas

  • Anarquismo revolucionario (CNT y FAI)

  • Socialismo revolucionario (sectores radicales del Partido Socialista Obrero Español)

  • Comunismo (Partido Comunista de España)

  • Masonería política y republicanismo laicista radical

B. Cultura popular anticlerical

Décadas de confrontación habían dejado una base social propicia a ver en religiosos y laicos católicos enemigos de la causa.

C. Colapso estatal

El poder real recayó en comités locales y milicias revolucionarias. La violencia se desbordó sin control ni legalidad.


5. Tipos de ataques

  • Asesinatos: de religiosos y laicos tras detenciones arbitrarias.

  • Profanaciones: templos saqueados, cementerios ultrajados, imágenes destruidas.

  • Prohibición de cultos públicos.

  • Simbología: quema de crucifijos y procesiones satíricas.

Ejemplos emblemáticos:

  • Destrucción de iglesias en Madrid, Valencia y Cataluña.

  • Profanación de la Catedral de Barbastro.

  • Ejecución de comunidades religiosas completas (como los claretianos de Barbastro).

  • Casos de funcionarios y vecinos ejecutados por mantener signos de fe.


6. Reacción y consecuencias

  • Miles de religiosos y laicos fueron beatificados por Iglesia católica como mártires del siglo XX.

  • La historiografía contemporánea pretende reconocer a todas las víctimas, pero en la práctica el sectarismo selectivo persiste en amplios sectores académicos y mediáticos.


7. Línea temporal básica de la persecución religiosa en 1936




8. Fuentes historiográficas utilizadas y recomendadas

  • Montero Moreno, Antonio. Historia de la persecución religiosa en España 1936–1939 (BAC, 1961).

  • Payne, Stanley G. La revolución y la guerra civil española (2006).

  • Álvarez Tardío, Manuel. Anticlericalismo y libertad de conciencia en la Segunda República (2002).

  • Casanova, Julián. La Iglesia de Franco (2001).

  • Gibson, Ian. La República Española y la Guerra Civil (1977).

  • Graham, Helen. La Guerra Civil Española (2005).

  • Documentación de la Conferencia Episcopal Española y archivos vaticanos.


Conclusión

La persecución religiosa de 1936 no fue un fenómeno aislado ni improvisado. Fue el resultado de décadas de tensión ideológica, social y política; una de las más intensas de la Europa contemporánea. Afectó a religiosos y a laicos, muchos de ellos leales a la República o ajenos a toda militancia política, y destruyó templos, símbolos y vidas.

👉 Ese episodio marcó profundamente la memoria colectiva. Y, sin embargo, algunos hoy intentan ocultarlo, minimizarlo o manipularlo.

Resulta indignante —y produce una profunda vergüenza ajena— comprobar cómo, casi un siglo después, ciertos catedráticos universitarios utilizan la memoria de aquella tragedia de forma sectaria y asimétrica. Hablan con solemnidad de unas víctimas —las suyas— mientras silencian, tergiversan o desprecian la memoria de otras igualmente reales y dolorosas.

Ejemplo paradigmático es Juan Antonio Ríos Carratalá, que construye relatos parciales, atribuye motivaciones sin prueba y reviste sus interpretaciones de un supuesto “buenismo académico” que en realidad enmascara un sesgo ideológico profundo.
En su discurso, mi abuelo Francisco Baena Jiménez, funcionario fiel a la República asesinado por milicianos anarquistas, queda reducido a una pieza manipulable dentro de un relato que solo reconoce víctimas en un lado de la historia.

Este doble rasero moral, camuflado de “libertad de investigación” y “defensa de las víctimas”, no dignifica a nadie: ni a las víctimas seleccionadas, ni a las olvidadas, ni a la universidad que ampara discursos de este tipo sin rigor.


Fotografía: Cruz como las que se han empeñado en derribar y que recuerdan también a republicanos caídos por Dios y por España, como Francisco Baena Jiménez (Torrelaguna), queriendo hacer creer otra cosa... y de la que el autor no habría tenido conocimiento sin haber contrastado las "falsedadees rigurosas" emitidas por Ríos sobre su familia.



LA HISTORIA COMO ESCUDO Y LA VÍCTIMA IMAGINARIA

Fecha de publicación original: 6 de septiembre de 2023 Título original: La portada del sumario de un condenado a muerte: Manuel Navarro B...